Siete nuevos locales para rendirse al disfrute del vino 

En esta ocasión optamos por una visita a distintas ciudades en las que, no hace demasiados meses, han abierto nuevos locales entregados a los vinos y la cultura vinícola, lo más interesante de cualquiera de ellos. Locales distintos entre sí, con planteamientos y filosofías diversas, pero los siete espacios para disfrutar todo buen aficionado y por supuesto curioso que quiera descubrir y probar. Sí comparten un amplio repertorio vinícola, llegado de rincones conocidos y no tanto, a cargo de profesionales indiscutibles, y acompañado de un estupendo servicio que pasa por manejar buena cristalería y servir los vinos en la temperatura y condiciones que requieren. En definitiva, nuevos lugares de peregrinaje para todo winelover. 

Tiempos Líquidos (Burgos)

Es el sueño hecho realidad de los jóvenes sumilleres Diego González y Laura Rodríguez. Jóvenes pero sobradamente preparados y ya con un interesante palmarés a sus espaldas aparte de haber desempeñado su trabajo en restaurantes de reconocidísimo prestigio. En todo caso, les gusta referir que él fue reconocido mejor sumiller de España en 2019, y Laura ganó la Copa Jerez el pasado año, y es que los vinos andaluces son su debilidad y pasión a partes iguales. Un tándem que encaja a la perfección y que hace no demasiados meses abría las puertas de Tiempos Líquidos en la ciudad burgalesa (Calle San Gil, 5).

Definen su casa como un wine room porque aquí no hay mostrador que valga, la atención es personalizada, atenta a gustos y perfiles de quien los visita. Trato cercano y familiar, una bodega con vinos de muy distintas procedencias, desde los lugares más cercanos a etiquetas internacionales, y que presentan de una manera atractiva, masticable para cualquiera. Oferta de vinos por copas y por botellas que se puede acompañar de pinchos y raciones populares y ricas. Ah, los vinos también te los puedes llevar a casa.

Glop Vinoteca (Madrid)

Es uno de los estrenos más recientes del castizo barrio de Chamberi (Fernando el Católico, 6), otro que se está poniendo de moda y donde no dejan de concentrarse locales de toda clase. En su caso está pensado para los aficionados a los vinos de Jerez aunque acompañados de varias decenas de otras elaboraciones españolas. En común, etiquetas de zonas menos conocidas y guiño a los vinos naturales. En total, unas 60 referencias de las que 15 sirven por copas. Si eres receptivo, dejarse recomendar es buena opción. La alternativa sólida es no muy extensa (gildas, bikini de butifarra, albóndigas…) y pensada para compartir, pero suficiente si la idea es probar varios vinos. Siempre animado, se distribuye en una informal zona de barra y un recoleto espacio de mesas al fondo del local.

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Gozar (Zaragoza)

Una propuesta de lo más curiosa pues tiene al frente al DJ Chelis Navarro, según los entendidos uno de los más reconocidos del panorama musical. Con el objetivo de “gozar”, como bien adelanta su nombre, esta dirección (Baltasar Gracián, 19) combina una cocina de temporada y producto local, reconocible, y una carta con 60 referencias de vino en la que hay espacio para generosos, espumosos y dulces, nacionales y foráneos. Un bodega de la que ha seleccionado algunas botellas que sirve por copas, en concreto las de mayor precio para que cualquiera se pueda dar el gusto de probarlas. Además, está organizando catas mensuales para los clientes pero la idea es hacerlas cada quince días dado el éxito que tienen.

En Copa de Balón La Casita (Madrid)

En esta nueva apertura en el madrileño barrio de Salamanca (Claudio Coello, 121) el vino y lo que lo acompaña son palabras mayores. Además, con el cierre no hace demasiados meses de la emblemática tienda Lavinia esta nueva dirección de En Copa de Balón se ha convertido en punto de encuentro para algunos de los huérfanos que ha dejado la prestigiosa casa francesa. Porque además los locales de En Copa de Balón tienen el común denominador de unos precios imbatibles.

La oferta es extensa y muy variada, principalmente nacional aunque hay espacio para vinos foráneos, y botellas que puedes comprar para llevar o abrir in situ. Porque en este nuevo local disponen de unas cuantas mesas altas, muy demandadas, y una zona de productos gourmet (embutidos, quesos, conservas, patés, preparaciones frías…) para adquirir y acompañar los vinos. De cara al buen tiempo ya tienen también espacio de terraza.

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The One Wine (Laguardia, Álava)

Con varios locales ya en marcha, el de este municipio alavés (Plaza Mayor, 2) es el último hasta el momento… Y es que las direcciones de The One Wine abren como franquicias, pero todas tiendas de vinos en las que muestran especial atención a los pequeños productores y vinos considerados más ‘especiales’. Por supuesto en compañía de esas botellas más o menos esperadas o conocidas, de  muy diversas procedencias y tipos. También organizan catas para dar a conocer los productos que ofertan y se puede picar algo en el mismo local porque incluyen una selección de alimentos delicatessen.

Público Taberna Gastronómica & Wine Bar (Barcelona)

De reciente apertura en la capital condal, en el barrio del Eixample (C/ Enrique Granados, 30), Público está entre taberna y tienda de ultramarinos -en lo que a estética se refiere- para tomar un vino a cualquier hora del día, a precio de tienda, y en compañía de unos seleccionados ibéricos, laterío premium o una tabla de quesos del mundo., entre otras alternativas. Más de 200 referencias disponibles (de todo, para todos, y a la vista) y entre ellas elaboraciones de producciones limitadísimas, lo que confiere atractivo a este wine bar.  Donde además se puede también comprar esos vinos. Ellos mismos se definen como «lugar de culto para los amantes del vino»… Quien lo visite lo podrá comprobar. A la mesa, si lo prefieren, producto fresco de temporada con especial atención a pescados y mariscos de la lonja.

The Wine Shop (Madrid)

De los siete, The Wine Shop es el que más tiempo lleva en marcha, pues acaba de cumplir un año desde que comenzara su andadura dentro de las lujosísimas Galerías Canalejas (Plaza de Canalejas,1), en los bajos del primer hotel Four Seasons de España, junto a la Puerta del Sol. Se trata de un pequeño stand, pues convive con otros tantos locales en la zona Food Hall de dichas galerías, pero que funciona como bar de vinos, tienda y showroom, un tres en uno con una llamativa, y exclusiva, cava refigerada de vinos en altura (¡tiene 5 metros!). Es automática, está diseñada para este recoleto espacio, y tiene capacidad para 200 referencias. Por supuesto, el servicio y la cristalería están al mismo nivel que la tienda y el lugar en el que se encuentra. Con un sumiller al frente del local, la selección de vinos recorre todos los rincones, perfiles y precios.