Cuatro tintos para descubrir y disfrutar en una noche de verano
Compatibles con la temporada estival, en su carta de presentación hay cuatro orígenes y estilos bien distintos para elegir
Aunque sea una evidencia muy manida lo de hay un momento para todo es una gran verdad. Aplicable al vino también. Porque si bien los calores no resulta muy apetecibles acompañarlos de tintos, estas elaboraciones pueden ser tan agradables en verano como un blanco y un rosado. Sólo hace falta eso, encontrar el momento y por supuesto escoger bien el vino. Las claves son siempre las mismas, buscar etiquetas con fruta y frescura por encima de otras cosas lo que no es incompatible con la crianza sino, y como siempre, con que ésta no se imponga marcando en exceso el vino en cuestión.
En cuanto al momento de consumo, en verano parece obvio que serán más gratificantes una vez caiga el sol y, como no me canso de repetir, más fríos de lo habitual porque subirán de temperatura en cuanto se pongan en la mesa. Por eso, cubitera a mano … ¡esto tampoco me canso de repetirlo!.
Con lo apuntado hacemos revisión de algunas de las elaboraciones llegadas recientemente al panorama nacional, y seleccionamos estas cuatro desde territorios muy distintos y también de estilo diverso para que haya donde elegir. Cualquiera de ellos para ser descubiertos y disfrutados en alguna de estas noches de verano porque están ricos.
Para comenzar tiramos de estreno en Toro, ¡quién dijo miedo! Contracorriente 2023 (19 €) es la última creación de la bodega Campo Elíseo, bajo la batuta de François Lurton. Un tinto ecológico, elaborado exclusivamente con tinta de Toro (tempranillo) y cuya fermentación ha tenido lugar en depósitos de hormigón. Un vino en el que destacan lo aromas de fruta roja, mermelada de fresa, junto a recuerdos especiados. En la boca, donde tiene cierto cuerpo, es ante todo fresco, jugoso, frutal y de fácil trago.
El siguiente procede de la Sierra de Gredos, de viñedos de Cebreros. Alberchón 2021 (15,5 €) es la segunda elaboración del joven proyecto Pies Viejos Parajes y Viñedos cuya carta de presentación son cepas centenarias de variedades autóctonas. En este caso se trata de un tinto de garnacha a 900 metros de altura, sobre suelos de granito y pizarra y casi noventa años de edad, que ha fermentado en hormigón y luego ha tenido una crianza de 8 meses en fudre de gran tamaño de roble eslovaco. Al final, un vino intenso en nariz con notas de frutillos rojos, balsámicos y recuerdos minerales. Le sigue una boca con ácida frescura y un noble tanino que contribuye a darle persistencia en el paso.
Finca La Pared Graciano 2019 (22 €) es la primera añada de este monovarietal de graciano que firma las navarras Bodegas Marco Real. Si bien en junio ha salido la segunda añada al mercado (la 2021), el perfil que identifica a esta uva hace que esa primera cosecha esté en mejor momento que la más reciente. Porque la graciano es una variedad compleja por su tardía maduración, que da notas vegetales si no es vendimiada en el momento adecuado, pero también un perfil estupendo para vinos con crianza por la gran acidez que tiene. Éste tinto tuvo un año de crianza en barricas francesas y procede de viñas seleccionadas de la finca que bautiza el vino. Presenta notas de frutas negras, lácticas (de su paso por madera), de especias dulces y monte bajo. Sabroso, fino y con recuerdo herbáceo en la boca que le aporta frescor.
El cuarto de esta terna -y de mayor precio- es el último estreno y más joven de los vinos que el reconocidísimo enólogo José Manuel Pérez Ovejas elabora en su bodega, Dominio de Calogia, en la Ribera del Duero. Doble M 2020 (39,75 €) es un tempranillo con el que ha querido homenajear a sus dos hijos presentes en el nombre del vino, Manuela y Mauro (Doble M). El vino procede de un paraje, el pago La Loma, con viñas a 830 metros de altitud en el municipio burgalés de Roa. Ha tenido una crianza de un año en roble francés y el resultado es un tinto elegante, fino y con buen equilibrio. Presenta una reseñable frescura, con notas de fruta en sazón, flores, especias dulces y fondo mineral. Carnoso, fresco en la boca, con un tanino pulido y fluido en el paso. Se puede guardar, porque tiene capacidad de guarda, pero está listo para ser disfrutado ya.
LOS VINOS SELECCIONADOS RESPONDEN EXCLUSIVAMENTE A UN CRITERIO PROFESIONAL Y DE CALIDAD.