Recetas de aperitivos originales, ligeros, coloridos y sabrosos ideales para el verano
Olvídate de las típicas patatas fritas y prueba a preparar ‘snacks’ saludables con los que sorprenderás a tus invitados
Cebolla crujiente. | El de las trufas Unsplash
El verano es la temporada perfecta para disfrutar de la hora del aperitivo y la sobremesa, ya que al tener más tiempo comemos más relajados. También es la temporada de las comidas en familia y con amigos, con lo que recibimos a gente en casa y cocinamos para ellos. Por eso, al preparar el aperitivo, siempre nos vienen a la cabeza las típicas patatas bravas, la clásica tapa de ensaladilla rusa, unas croquetas caseras, un poco de embutido y queso o las aceitunas verdes.
Sin embargo, existen otro tipo de aperitivos, muy fáciles de preparar y más ligeros (con lo que tus invitados no se sentirán tan pesados y comerán mejor). Además, debido a su aspecto colorido, son muy vistosos, lo que los convierte en un reclamo para los niños que los tomarán, a pesar de que lleven verduras.
Aperitivos originales
1. Snack de brócoli
El brócoli es un superalimento lleno de nutrientes, y en forma de snack se convierte en una opción diferente con la que sorprender a tus comensales. Por eso te recomendamos sustituir las patatas fritas de bolsa por este original snack de brócoli. Los ingredientes necesarios para preparar estos snacks de brócoli son: una penca de brócoli, 50 gramos de queso parmesano rallado, dos huevos, una cucharadita de sal, pimienta al gusto y aceite de oliva para hornear.
Primero precalienta el horno a 200°C. A continuación, corta el brócoli en trozos pequeños y cocina al vapor durante unos cinco minutos hasta que esté tierno. Después, tritura el brócoli cocido y mézclalo con el queso parmesano, los huevos, la sal y la pimienta. Forma pequeñas bolitas o croquetas con la mezcla y colócalas en una bandeja para hornear previamente engrasada con aceite de oliva. Y hornea durante unos 20 minutos o hasta que estén doradas y crujientes.
2. Hummus de remolacha
El hummus es un clásico de la cocina mediterránea, y al añadirle remolacha, se convierte en un plato muy colorido y aún más nutritivo. Para prepararlo, necesitas: dos remolachas cocidas y peladas, 400 gramos de garbanzos cocidos, dos dientes de ajo, dos cucharadas de tahini (pasta de sésamo), tres cucharadas de aceite de oliva, el zumo de medio limón y sal al gusto.
La receta del hummus de remolacha no puede ser más sencilla. Tendrás que colocar todos los ingredientes en en vaso de la batidora y triturarlos hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Después, añade la sal y el zumo de limón al gusto. Y decora el hummus de remolacha añadiendo un chorrito de aceite de oliva y semillas de sésamo por encima. Este hummus es perfecto para acompañar con crudités o pan de pita.
3. Chips de col rizada o kale
Los chips de kale también son una alternativa saludable a las patatas fritas tradicionales y además son increíblemente fáciles de preparar. Para hacerlos, necesitarás: un manojo de col rizada o kale, dos cucharadas de aceite de oliva y sal al gusto. Precalienta el horno a 180°C. Lava y seca bien las hojas de kale.
Para comenzar retira los tallos de la col y corta las hojas en trozos grandes. A continuación, coloca las hojas en una bandeja para hornear y rocíalas con aceite de oliva y sal. Y hornea durante 10-15 minutos, o hasta que las hojas estén crujientes. Los chips de kale son perfectos como snack saludable entre comidas o para acompañar con tus salsas favoritas.
4. Cebolla crujiente
La cebolla crujiente es un acompañamiento que añade un toque especial a cualquier plato, pero también puede disfrutarse sola como un delicioso aperitivo. Para prepararla, necesitas: dos cebollas grandes, 100 gramos de harina de trigo, 100 mililitros de leche, sal, pimienta al gusto y aceite para freír.
Primero corta las cebollas en aros finos y sepáralos. A continuación, remoja los aros de cebolla en la leche durante unos minutos. Después, mezcla la harina con sal y pimienta y pasa los aros de cebolla por esta mezcla hasta que estén bien cubiertos. Una vez que hayas realizado todos los pasos anteriores, fríe los aros en aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes. Y escúrrelos en papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Este snack es ideal para disfrutar con una cerveza bien fría o para darle un toque crujiente a tus ensaladas.
5. Zanahorias encurtidas
Las zanahorias encurtidas son un aperitivo ligero y refrescante, perfecto para los días de calor. Para prepararlas, necesitarás: 4 zanahorias medianas, 250 mililitros de vinagre de manzana, 250 mililitros de agua, dos cucharadas de azúcar, una cucharada de sal, dos dientes de ajo y una hoja de laurel.
Comienza pelando y cortando las zanahorias en tiras finas. En una cacerola, mezcla el vinagre, el agua, el azúcar, la sal, los dientes de ajo y la hoja de laurel. Lleva la mezcla a ebullición. Coloca las zanahorias en un frasco de vidrio y vierte la mezcla de vinagre caliente sobre ellas. Deja enfriar y refrigera durante al menos 24 horas. Estas zanahorias encurtidas son perfectas para acompañar tus platos de verano o para disfrutar como un snack ligero.
6. Puerro crujiente
El puerro crujiente es un aperitivo original y sabroso que aporta un toque diferente a cualquier comida. Para prepararlo, necesitas: dos puerros, 100 gramos de harina de maíz, 100 mililitros de leche, sal al gusto, aceite para freír. Primero lava los puerros y córtalos en tiras finas.
Después moja las tiras de puerro en la leche y luego pásalas por la harina de maíz. Fríe las tiras en aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes. Este aperitivo es ideal para acompañar con salsas y su textura crujiente lo convierte en un snack irresistible.
