Descubre el origen de la receta de las gambas al ajillo y cuántas calorías tiene este plato
El término «al ajillo» en la gastronomía española hace referencia a una técnica en la que el ajo es el ingrediente principal
Gambas al ajillo. | Javier Lastras Unsplash
Las gambas al ajillo son uno de los platos más representativos de la cocina española. Este plato originario de Madrid es popularmente conocido por su sencillez y su sabor intenso. Su fama ha llevado a la receta de las gambas al ajillo a expandirse por todo el país, siendo especialmente popular en el centro y norte del país. Se suele disfrutar en bares como tapa, servida en una cazuela de barro que ayuda a mantener las gambas calientes. Y se toman acompañadas de una buena copa de vino.
Qué significa «al ajillo»
El término «al ajillo» en la gastronomía española hace referencia a una técnica en la que el ajo es el ingrediente principal del cocinado de cualquier plato. Se trata de un método donde el ajo se cocina en abundante aceite de oliva a fuego medio para liberar su sabor, y a menudo se le añade algún toque picante, como guindilla o una cayena partida a la mitad. Aunque este estilo se usa para preparar otros ingredientes, como setas y carnes, las gambas al ajillo son probablemente la versión más icónica de la técnica al ajillo.
Calorías de las gambas al ajillo
A pesar de llevar mucho aceite frito las gambas al ajillo son una opción relativamente moderada en calorías. Esto se debe a que en definitiva sus ingredientes principales no dejan de ser verduras, como el ajo, y marisco, como las gambas. Por eso, las gambas al ajillo constituyen la receta ideal para aquellos que buscan un plato sabroso sin caer en excesos.
Por cada 100 gramos, lo que equivale a una cazuela de barro, las gambas al ajillo contienen alrededor de 304 calorías. Este valor calórico proviene en su mayoría de las grasas saludables del aceite de oliva, mientras que las gambas aportan proteínas de alta calidad. Además, es un plato bajo en carbohidratos, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes siguen dietas bajas en este macro nutriente.
Receta de las gambas al ajillo
La receta tradicional de las gambas al ajillo sencilla, pero hay que estar muy atento mientras se cocina para no dorar demasiado los ajos. En primer lugar debes comprar todos los ingredientes necesarios: 100 gramos de gambas frescas o congeladas y previamente cocidas, cuatro dientes de ajo, 100 mililitros de aceite de oliva virgen extra, una guindilla, una pizca de sal y perejil fresco.
Si usas gambas frescas, primero debes cocerlas y dejar que se enfríen. Una vez que puedes tomar las gambas con las manos sin quemarte, ha llegado el momento de pelarlas para retirar la cabeza, las patas, la cola y la cáscara, (también hay que quitarles la tripa con un palillo).
Si has optado por la opción más rápida de comprar gambas congeladas, descongélalas previamente. Si no vienen peladas, tendrás que hacerlo como he indicado anteriormente. A continuación, hazte con una sartén pequeña (será suficiente con la que utilices para hacer la tortilla francesa) y calienta el aceite de oliva a fuego medio.
Mientras el aceite se calienta, tienes que laminar los cuatro dientes de ajo, añadirlos a la sartén, y dejar que se doren lentamente hasta que estén crujientes y se puedan comer. Ten cuidado para que no se quemen, ya que el ajo quemado amarga. Después, sube un poco el fuego y añade las gambas al aceite.
Tendrás que dejar que las gambas se hagan entre dos y tres minutos, removiendo de vez en cuando para que se impregnen bien del aceite y los sabores del ajo. Las gambas deben quedar rosadas y tiernas. Retira del fuego, espolvorea con un poco de perejil fresco y sirve inmediatamente en la misma sartén o cazuela de barro, si tienes. Este plato se disfruta mejor recién hecho, cuando las gambas aún están jugosas y el aceite conserva su calor y sabor.
