Cómo se hace el flan de galleta sin horno
Este postre de raíces antiguas, cuyo origen se remonta a la época del Imperio Romano, se hacía con huevos, miel y leche
El flan es un postre tradicional que a veces puede darnos pereza preparar por el hecho de que para que se haga hay que encender el horno y utilizar la técnica del baño María. Pero ahora, es posible hacer un flan sin horno empleando la técnica del baño María de un modo, mucho más sencillo.
Este tipo de flan tiene mayor consistencia que el clásico flan de huevo, ya que las galletas María le aportan una textura más compacta. Además, el flan de galleta tiene más sabor que el flan clásico por lo que es ideal tanto para tomarlo solo como para acompañarlo de frutas y siropes.
Flan de galleta sin horno
Ingredientes
Los ingredientes necesarios para hacer este flan son económicos y de fácil acceso para cualquiera de nosotros en un supermercado. Es importante que el caramelo sea casero para que tenga un mayor sabor, por eso para prepararlo es necesario disponer de 70 gramos de azúcar y tres cucharadas de agua.
Mientras que, la masa de este flan difiere un poco de la del clásico flan de huevo, ya que su ingrediente principal, al contrario de lo que sucede en el flan tradicional, son las galletas María. Lleva 18 galletas María y tan solo dos huevos, de ahí la consistencia de su masa. Además de medio litro de leche entera.
Preparación
Hacer un buen caramelo requiere de cierta paciencia, pero si se preparara lentamente y a fuego muy bajo, es sencillo que adquiera el color y el punto de espesor ideales. Para ello, en un cazo a fuego medio añade los 70 gramos de azúcar y el agua. Y, removiendo constantemente con una cuchara de madera de ja que ambos ingredientes se fusionen hasta que el azúcar se haya fundido. Una vez listo, vierte el caramelo en el molde donde harás el flan, cubriendo uniformemente el fondo.
A continuación hay que machacar las galletas María. Hay que introducir las galletas María en el vaso triturador de la batidora hasta que se conviertan en un polvo fino. Si tu batidora no dispone de un vaso triturador, puedes machacarlas con un rodillo sobre la tabla de cocina y obtendrás el mismo resultado.
Por otra parte, en un bol grande hay que batir los huevos con el azúcar hasta que parezcan burbujitas. Después, hay que añadir la leche y el polvo de galletas. Y con la batidora eléctrica, batir lentamente todos estos ingredientes hasta que la masa sea homogénea y quede con una textura suave y sin grumos.
Una vez preparada, tendrás que volcar la masa sobre el molde caramelizado. Y colocarlo dentro de una cacerola con agua caliente, asegurándote de que el agua cubra al menos hasta la mitad del molde. Cubre el molde con papel aluminio para evitar que entre agua en el flan, y pon a fuego lento durante unos 20 ó 30 minutos, hasta que al introducir un palillo en el centro, éste salga limpio.
Cuando el flan esté hecho, deja que se enfríe a temperatura ambiente. Es importante cubrirlo con un paño de cocina y y colocarlo en la nevera durante un mínimo de dos horas. Aunque, lo ideal es que permanezca en el frío durante toda la noche para que adquiera la consistencia perfecta.
Para finalizar, tan solo tendrás que despegar los bordes del flan con la ayuda de un cuchillo y desmoldarlo sobre un plato. Puedes decorarlo con nata montada, frutas frescas o siropes.
Origen del flan
El flan es un postre con raíces antiguas, cuyo origen se remonta a la época del Imperio Romano. Inicialmente, la receta se hacía con huevos, miel y leche, y con el tiempo, ha evolucionado dando lugar a flanes de chocolate, café o limón. Aunque, la versión moderna más conocida es el flan con caramelo, típico en muchos países de Europa y América Latina.