Tarta de manzana invertida con maicena: jugosa y para chuparse los dedos
Este postre también conocido como tarta tatin es un ícono de la repostería francesa que nace de un descuido en la cocina
Si buscas un postre que combine tradición, sabor y un toque de sorpresa, la tarta de manzana invertida con maicena es perfecta. Inspirada en la clásica Tarte Tatin francesa, esta versión es más ligera y jugosa gracias al uso de maicena, que le da una textura suave y esponjosa. Además, su preparación es sencilla, ideal para compartir en una merienda o como postre después de una comida especial.
Este postre es la demostración de que como en la vida, en la cocina no debemos fiarnos de las apariencias, ya que a pesar de su aspecto, este clásico de la repostería francesa, tiene un sabor, textura y consistencia realmente bueno. Además, su elaboración es bastante rápida y sencilla.
Cómo surge este postre
La tarta invertida de manzana, también conocida como tarta tatin, es un ícono de la pastelería francesa. Fue creada accidentalmente en 1889 por las hermanas Stéphanie y Caroline Tatin, quienes gestionaban el Hotel Tatin en Lamotte-Beuvron, en Francia. Según la historia, Stéphanie, al preparar una tarta de manzana, olvidó colocar la masa antes de las manzanas.
Para corregir el error, colocó la masa encima y horneó todo junto, y después opto por voltear la tarta para servirla. Este descuido dio lugar a un postre caramelizado con una presentación muy original, que rápidamente se convirtió en un clásico de la repostería francesa.
¿Cuál es la receta de la tarta?
Tarta de manzana invertida
Ingredientes
- 2 ó 3 manzanas
- 100 gramos de azúcar
- 3 huevos
- 50 gramos de maicena
- 150 gramos de harina
- 1 taza de azúcar
- 100 mililitros de leche
- 50 gramos de manteca
- esencia de vainilla
Elaboración paso a paso
- Preparar el caramelo.
- Cubrir el fondo del molde con el caramelo.
- Cortar las manzanas en medias lunas.
- Colocar las manzanas sobre la base de caramelo.
- Preparar la masa con el resto de ingredientes.
- Verter la masa sobre las manzanas.
- Hornear a 180ºC durante 40 minutos.
Cómo se prepara este postre: paso a paso
Para comenzar con la elaboración de este clásico de la repostería francesa, hay que comenzar preparando el caramelo. En primer lugar, será necesario que te hagas con un molde redondo. Añade el azúcar a la sartén y caliéntala a fuego lento hasta que se derrita y adquiera un tono dorado. Es importante no dejar que se oscurezca demasiado, ya que la elaboración final puede adquirir un sabor amargo.
A continuación, cubre toda la base del molde con el caramelo y deja que éste solidifique. El siguiente paso consiste en pelar y cortar las manzanas en rodajas finas. Colócalas sobre el caramelo solidificado, cubriendo toda la superficie del molde. Este paso asegura que las manzanas caramelizadas sean la estrella del postre. Y pasa a preparar la masa.
Para ello, tendrás que batir los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa. Y añadir la manteca derretida, la leche y la esencia de vainilla. Por último, incorpora lentamente la harina y la maicena tamizadas para evitar grumos. Y mezcla hasta crear una masa homogénea.
Vierte la masa sobre las manzanas en el molde, asegurándote de que quede bien distribuida. Y hornea a 180ºC durante 30 ó 40 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio. Para terminar, desmolda la tarta mientras aún está caliente para evitar que el caramelo se enfríe y se adhiera al molde. Deja enfriar antes de servir.
Recomendaciones para mejorar la receta
Si lo deseas, puedes experimentar con otras frutas como peras o plátanos. Además, si quieres darle un toque extra de sabor añade una pizca de canela a la masa. Esta tarta se suele servir acompañada de una bola de helado de vainilla o un poco de crema batida, ya que combina muy bien con su textura y sabor.
¿Por qué se usa maicena?
El hecho de usar maicena para esta tarta ayuda a aligerar la textura de la masa, lo que facilita que la masa absorba mejor el jugo de las manzanas, lo que da como resultado una tarta esponjosa. Y es que, cuando mezclamos la maicena con la harina en cualquier receta, obtenemos masas con una textura más fina lo que convierte cualquier postre en una opción más ligera.