Receta de albóndigas de berenjena y queso al horno
Se conservan bien en el frigorífico durante cuatro días, aunque también pueden estar en el congelador hasta tres meses
Un plato de albóndigas de berenjena y queso al horno. | (Canva)
Las albóndigas de berenjena y queso al horno son una opción deliciosa y saludable para quienes buscan alternativas a las tradicionales albóndigas de carne. Ya sea, porque siguen una dieta vegetariana o porque están controlando la ingesta de calorías para bajar de peso.
Además, es un plato saludable, saciante y muy fácil de preparar, que se adapta a diversas ocasiones. Y si introduces pequeños cambios durante su elaboración, es posible personalizar la receta aportando más sabor a tus albóndigas, gracias por ejemplo, al uso de hierbas aromáticas.
Albóndigas de berenjenas y queso al horno
Ingredientes
- 2 berenjenas medianas
- 1 cebolla pequeña
- 2 dientes de ajo
- 50 gramos de queso parmesano rallado
- 50 gramos de pan rallado
- 2 huevos
- 1 puñado de hojas de albahaca fresca
- sal
- aceite de oliva virgen extra
- pimienta
- salsa de tomate casera
Elaboración paso a paso
- Cortar, lavar berenjenas y añadir sal.
- Picar la cebolla, el ajo y la albahaca.
- Cocer la berenjena.
- Mezclar en un bol, la berenjena, la cebolla, el ajo, la albahaca, el queso, el pan rallado y los huevos batidos.
- Salpimentar la mezcla.
- Formar las albóndigas.
- Hornear a 180ºC durante 25 minutos.
- Servir con salsa de tomate casera.
En primer lugar vamos a lavar las berenjenas y córtalas en cubos pequeños. A continuación, colócalas en un colador, espolvorea con sal y déjalas reposar durante 30 minutos para eliminar el amargor. Luego, enjuágalas con agua fría y sécalas bien.
Antes de preparar las mezcla para formar las albóndigas, utiliza una cacerola para calentar un poco de aceite de oliva a fuego medio. Y añade agua y las berenjenas troceadas hasta que se hayan cocido y estén tiernas. Es este proceso invertirás aproximadamente unos 15 minutos. Entonces retíralas del fuego, escurre el agua y déjalas enfriar.
Tras cocer la berenjena, vamos a picar finamente la cebolla, el ajo y la albahaca. En un bol grande, mezcla las berenjenas cocidas, la cebolla, el ajo, la albahaca, el queso parmesano, el pan rallado y los huevos previamente batidos. Condimenta con sal y pimienta al gusto. Y mezcla bien con las manos hasta obtener una masa homogénea.
Una vez realizados los pasos anteriores, procedemos a dar forma a las albóndigas. Para ello, con las manos ligeramente humedecidas, forma bolas del tamaño deseado con la mezcla. Y colócalas en una bandeja para hornear previamente engrasada o cubierta con papel de horno.
Por último, precalienta el horno a 180°C y hornea las albóndigas durante 25 minutos. Hasta que estén doradas y crujientes por fuera. Las albóndigas se sirven calientes, acompañadas de salsa de tomate casera si lo deseas y con una tostada de pan de pueblo a la tostadora.
El truco para mejorar este plato
Si quieres que tu receta tenga aún más sabor, puedes añadir una combinación de diferentes tipos de queso a la mezcla como mozzarella, feta o queso de cabra. O añadir frutos secos, ya que si incorporas almendras trituradas o nueces a la mezcla tus albóndigas tendrán un toque crujiente y serán aún más nutritivas.
También puedes optar por aromatizar la mezcla agregando otras hierbas frescas como el perejil, el cilantro o el tomillo, así como especias como el comino o el pimentón, para enriquecer el perfil de sabor. En vez de con la salsa de tomate casera, puedes probar a servir las albóndigas con una salsa de yogur y menta o una salsa de pimientos asados.
Beneficios nutricionales y calorías del plato
Cada plato de estas albóndigas aporta aproximadamente 265 calorías. Como la berenjena es rica en fibra y antioxidantes, nos aporta vitaminas del grupo B, mientras que el queso proporciona proteínas y calcio a nuestro organismo. Además, al hornearlas en lugar de freírlas, se reduce la cantidad de grasa añadida, haciendo de esta receta una opción más saludable.
Tiempo de conservación de las albóndigas
Las albóndigas de berenjena y queso se conservan bien en el frigorífico durante cuatro días, almacenadas en un recipiente hermético. También pueden congelarse hasta durante como máximo tres meses. Para recalentarlas, es recomendable usar ede nuevo el horno o una sartén para mantener su textura crujiente de manera intacta.
Otras recetas de albóndigas originales
Estas variantes de la receta original sorprenden a los comensales con propuestas innovadoras. Prueba a hacer unas albóndigas de calabacín y ricota acompañadas de salsa pesto. O unas de lentejas y champiñones, una opción vegana rica en proteínas y sabor, ideal para acompañar con una salsa de curry suave.
También las albóndigas de pavo al horno rellenas de queso y gratinadas son una receta ideal para los más pequeños. Y las pescado con hierbas frescas, constituyen una alternativa ligera y saludable, perfecta para servir con una salsa de yogur en dietas para de control de peso.
