La receta de garbanzos con pollo y verduras de mi abuela que nunca sobra en la mesa
Este guiso quedará aún más rico si el caldo adquiere una textura y consistencia espesa

La receta de garbanzos con pollo y verduras. | Canva
En mi familia, el plato estrella de mi abuela es su guiso de garbanzos con pollo y verduras. Una receta sencilla en apariencia, pero en la que es muy importante, la textura, la consistencia y el espesor del caldo.
Lo especial de esta receta no es únicamente su sabor, sino también su carácter de plato completo. Ya que, aporta proteínas, fibra y vitaminas, y se puede disfrutar tanto en invierno como en verano, servido templado con un poco de aceite de oliva crudo.

Garbanzos con pollo y verduras
Ingredientes
- 500 gramos de garbanzos
- 60 gramos de pollo
- dos zanahorias
- un pimiento rojo
- un pimiento verde
- una cebolla
- dos tomates maduros
- tres dientes de ajo
- dos hojas de laurel
- una ramita de tomillo
- una cucharadita de pimentón dulce
- aceite de oliva
- sal
- pimienta
- agua
- caldo de pollo
Elaboración paso a paso
- Para comenzar, en una olla grande, añade un buen chorro de aceite de oliva. Salpimienta los trozos de pollo y dóralos por todos lados hasta que queden sellados.
- En el mismo aceite, añade la cebolla picada finamente y los ajos laminados. Sofríe hasta que estén dorados y transparentes. Incorpora después los pimientos troceados y la zanahoria en rodajas finas.
- A continuación, tritura los tomates y añádelos al sofrito junto con el pimentón. Remueve bien y deja que el tomate reduzca hasta obtener una salsa espesa.
- Entonces, devuelve el pollo a la olla junto con los garbanzos. Añade también el laurel y la ramita de tomillo o perejil. Cubre con agua o caldo de pollo caliente.
- Tapa la olla y cocina a fuego bajo durante una hora y media si los garbanzos son secos.
- Por último, apaga el fuego y deja reposar al menos 10 minutos antes de servir.
Variantes de la receta
Cada familia suele adaptar esta receta a sus gustos. Por ejemplo, hay quienes añaden chorizo o morcilla para darle un toque más contundente. Otros sustituyen el pollo por pavo para reducir la grasa y las calorías del guiso. En zonas de costa, se preparan variantes con marisco como gambas o almejas, que aportan un sabor distinto y delicioso.
También se pueden añadir otras verduras de temporada. Incluso existe una versión vegetariana, en la que se omite el pollo y se potencian las especias, como el comino, para preparar un plato tan completo como el de la receta original.
Guarniciones para este guiso
Aunque este plato es muy completo por sí mismo, siempre se puede acompañar de algunas guarniciones que realcen su sabor. Una ensalada fresca de hojas verdes con vinagreta ligera ayuda a equilibrar la contundencia del guiso. En ocasiones especiales, mi abuela lo servía con arroz blanco cocido como guarnición.
El aroma, el sabor y la manera en que este plato logra reunir a todos a su alrededor lo convierten en un clásico que nunca pasa de moda. Cada vez que preparo este guiso, compruebo que sigue siendo verdad aquello que decía mi abuela. Y es que, cuando hay garbanzos con pollo, nunca sobra nada.