El pastel de boniato y canela ideal para los que no saben cocinar: fácil, rápido y buenísimo
Si acompañas el postre con una bola de helado de leche merengada el contraste de sabores te hará repetir

El pastel de boniato y canela. | Canva
El pastel de boniato y canela es una receta otoñal. Y es que, es temporada de boniato, que con su sabor dulce natural, es una alternativa para preparar postres originales y menos calóricos.
Con esta receta se puede disfrutar de un postre casero, sencillo y con mucho sabor, perfecto para una merienda o para cerrar una comida de fin de semana. Además, te explico unos trucos extra para mejorar la receta.

Pastel de boniato y canela
Ingredientes
- 1/2 kilo de boniatos
- un vaso de harina
- un vaso de leche
- dos vasos de azúcar
- cuatro huevos
- una cucharada de mantequilla
- canela
Elaboración paso a paso
- Lava bien los boniatos. Córtalos en trozos medianos si lo deseas, y cuecelos en agua caliente con una pizca de sal.
- Pélalos y pásalos. Debes obtener un puré sin grumos.
- En un bol grande, añade al puré de boniato los huevos, la leche, el azúcar, la mantequilla y la harina. Mezcla bien todos estos ingredientes hasta conseguir una masa uniforme.
- Engrasa con mantequilla un molde.
- Precalienta el horno a 180°C. Vierte la mezcla en el molde ya preparado.
- Hornea durante aproximadamente una hora.
- Justo antes de servir, espolvorea canela molida por encima.
Calorías del pastel de boniato y canela
Aunque el aporte calórico depende mucho del tamaño de la porción, si sumamos todos sus ingredientes, el pastel completo podría tener unas 3.500 calorías. Si lo divides en 8 raciones, cada trozo de pastel tendría unas 440 calorías aproximadamente.
Presentación del postre
Para el postre, si quieres acompañar con algo dulce para que la textura del boniato no sea tan pesada puedes optar por:
- Nata montada o crema batida que suaviza el dulzor intenso y añade cremosidad.
- Sirope de caramelo, miel o almíbar ligero si prefieres enriquecer el sabor.
- Frutos secos tostados (nueces, almendras) para aportar un toque crujiente.
- Una infusión caliente de té negro, té chai o manzanilla, ideal para acompañar y aligerar al postre.
El truco para mejorar la receta
Es preferible hornear a una temperatura de 170°C en lugar de 180°C, ya que puede ayudar a que el centro cuaje mejor sin que se dore demasiado la superficie. Dejar reposar en el frigorífico al menos de un día para otro sin desmoldar mejora mucho la textura. Sustituir parte del azúcar por sirope de arce, miel o azúcar de coco, así será menos empalagoso.
Aunque la receta original usa canela al final, puedes agregar también canela en la mezcla, o incluso un toque de jengibre, nuez moscada o clavo, dará profundidad al sabor. Además, un molde de cerámica o vidrio puede distribuir mejor el calor que uno metálico, evitando esas zonas más doradas que a veces resecan.
Si lo preparas una vez, probablemente repetirás, su textura densa y ese aroma de canela que siempre apetece hacen que este pastel se convierta en favorito. Anímate a probarlo, con los trucos que te he dado, y verás cómo mejora la receta original. ¡Buen provecho!