Primero fue el Vesubio. Ahora la desidia o la poca inversión en la conservación, mina Pompeya. La tecnología podría salvarla. Las ruinas serán vigiladas por satélites y sensores a través de FiFinmeccanica. Costará 2 millones de euros.

Primero fue el Vesubio. Ahora la desidia o la poca inversión en la conservación, mina Pompeya. La tecnología podría salvarla. Las ruinas serán vigiladas por satélites y sensores a través de FiFinmeccanica. Costará 2 millones de euros.