Un yihadista se declara culpable de destruir mausoleos en Tombuctú

«Su señoría, lamento decir que todo lo que he escuchado hasta ahora es verídico y refleja los acontecimientos». Es la declaración de Ahmad al Faqi al Mahdi, juzgado por la destrucción de varios mausoleos catalogados como Patrimonio Mundial de la Humanidad en Tombuctú, ante la Corte Penal Internacional -CPI-. «Me declaro culpable», sentenciaba.

Mahdi, junto con un grupo de radicales, destruyó en 2012 unos 16 mausoleos en Tombuctú que albergaban las tumbas de grandes pensadores de la ciudad y que formaban parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. «Pido su perdón y pido que me consideren como un hijo que erró el camino», añadió. Se trata del primer acusado de crímenes de guerra por la destrucción de bienes Patrimonio de la Humanidad y también el primer acusado de la historia del tribunal, un penal internacional permanente que juzga crímenes de genocidio de guerra y de lesa humanidad, en reconocer sus cargo, marcando de esta forma un hito. Por su parte, el presidente de la cámara de primera instancia del alto tribunal internacional ha recordado a Al Mahdi que, en caso de ser declarado culpable, se le podría imponer una pena de hasta 30 años de prisión.