Detenidos por robar las casas en ruinas tras el terremoto de Amatrice
El Ministerio del Interior ha informado en un comunicado que los detenidos son un hombre y una mujer que robaban objetos de valor y dinero de inmuebles abandonados o de entre los escombros. Las fuerzas de seguridad italianas están vigilando la zona afectada y trabajando para extraer los objetos personales de los supervivientes, aunque proteger los bienes que aún se encuentran enterrados bajo los escombros no es una tarea fácil. A día de hoy, mientras se celebran los primeros funerales en conmemoración de las víctimas, los supervivientes permanecen en campamentos a la espera de ser reubicados en viviendas provisionales. Ante el desastre, la población afectada por el devastador seísmo se ven obligados a afrontar con impotencia el abandono de sus hogares, sin poder evitar casos como éste, en el que los delincuentes aprovechan la desgracia para hacerse con lo ajeno.
Reuters
La Policía italiana ha detenido a dos personas que se dedicaban a robar objetos de valor encontrados en las casas que quedaron en ruinas tras el seísmo que sacudió la localidad italiana de Amatrice y que ha dejado centenares de muertos y desaparecidos. Los delincuentes aprovechaban el deplorable estado de las viviendas para hacerse con todo tipo de bienes, propiedad de familias afectadas por el terremoto.
El Ministerio del Interior ha informado en un comunicado que los detenidos son un hombre y una mujer que robaban objetos de valor y dinero de inmuebles abandonados o de entre los escombros. Las fuerzas de seguridad italianas están vigilando la zona afectada y trabajando para extraer los objetos personales de los supervivientes, aunque proteger los bienes que aún se encuentran enterrados bajo los escombros no es una tarea fácil. A día de hoy, mientras se celebran los primeros funerales en conmemoración de las víctimas, los supervivientes permanecen en campamentos a la espera de ser reubicados en viviendas provisionales. Ante el desastre, la población afectada por el devastador seísmo se ven obligados a afrontar con impotencia el abandono de sus hogares, sin poder evitar casos como éste, en el que los delincuentes aprovechan la desgracia para hacerse con lo ajeno.
