70.000 aves sacrificadas en Nueva York para despejar el camino a los aviones
«Tiene que haber una solución a largo plazo que no se base en matar a las aves y también nos mantenga a salvo a bordo de un avión», señala Jeffrey Kramar, del grupo GooseWatch. Por su parte, los funcionarios que participan en este programa de seguridad aérea apuntan que han logrado que volar sea más seguro, y aseguran que si desde 2009 no ha habido un accidente similar ha sido gracias a su trabajo. Por su parte, la tripulación del vuelo 1549 fue condecorada con la Master’s Medal del Guild of Air Pilots and Air Navigators. Todos los pasajeros fueron rescatados sanos y salvos.
Las aves fueron las causantes de que el vuelo 1549 de US Airways tuviese que aterrizar de emergencia en las gélidas aguas del río Hudson, Manhattan, Nueva York, el 15 de enero de 2009. Una bandada de barnaclas canadienses (aves muy parecidas a los gansos) impactaron en el fuselaje y los motores del avión. Desde entonces unas 70.000 aves, sobre todo gaviotas, estorninos y gansos, han sido sacrificadas para evitar accidentes de este tipo. Sin embargo, activistas apuntan que no está claro si con estos «asesinatos» los cielos están más seguros.
«Tiene que haber una solución a largo plazo que no se base en matar a las aves y también nos mantenga a salvo a bordo de un avión», señala Jeffrey Kramar, del grupo GooseWatch. Por su parte, los funcionarios que participan en este programa de seguridad aérea apuntan que han logrado que volar sea más seguro, y aseguran que si desde 2009 no ha habido un accidente similar ha sido gracias a su trabajo.
Por su parte, la tripulación del vuelo 1549 fue condecorada con la Master’s Medal del Guild of Air Pilots and Air Navigators. Todos los pasajeros fueron rescatados sanos y salvos.