Regresa a España el mayor grupo de presos en su historia
Los 31 prisioneros españoles que purgaron durante varios años parte de su condena en Perú por tratar de sacar droga hacia Europa llegaron la tarde del jueves al aeropuerto internacional de Lima para volar hacia Madrid en un avión fletado por el gobierno español para culminar su sentencia en cárceles españolas.
Los 31 prisioneros españoles que purgaron durante varios años parte de su condena en Perú por tratar de sacar droga hacia Europa, llegaron la tarde del jueves al aeropuerto internacional de Lima para volar hacia Madrid en un avión fletado por el gobierno español para culminar su sentencia en cárceles españolas.
El ministerio peruano de justicia indicó que la medida se tomó con la intención de descongestionar las cárceles y en cumplimiento de un decreto dado en 2016, que modificó el procedimiento de extradición y traslado internacional de personas condenadas, convirtiéndolo en un proceso administrativo y no judicial.
La ministra de Justicia de Perú, Marisol Pérez-Tello, dijo a la prensa que los 31 españoles de ambos sexos «van a ir a cumplir su condena pero a su país y eso cumple un rol humanitario y que facilita la resocialización porque la cercanía a la familia genera un vínculo que detona los cambios conductuales».
Los prisioneros llegaron al aeropuerto, donde años atrás fueron detenidos con droga, encarcelados y sentenciados, en un bus de la agencia estatal penitenciaria y con grilletes en ambas manos esperaron su partida mientras conversaban y se secaban el sudor del rostro provocado por el verano local.
El embajador español en Lima, Ernesto de Zulueta, dijo que es la primera vez que se realiza un traslado tan grande de presos españoles desde el extranjero y agradeció el trabajo del ministerio de Justicia peruano.
Pedro Cuevas Bolea, preso en Lima desde 2010 por intentar sacar un kilo de cocaína del país dice que «se comió» seis años y cuatro meses intentando que su condena se cumpliera en España. Ahora que sólo le faltan cuatro meses más para completar su sentencia y ser libre. Dice que se siente contento porque al fin logrará viajar para ver a su madre de 85 años y a sus cinco hermanas.
«Nadie me visitó en Perú. No quise que lo hagan porque es un viaje muy costoso y estos últimos días cuento las horas. Anoche me desperté a las cuatro de la mañana y no pude coger el sueño», dice Cuevas, un obrero maquinista de cajas de cartón de 50 años que antes de ser apresado vivía en Ciutat Meridiana, el barrio más pobre de Barcelona.
En las cárceles peruanas permanecen 1.793 extranjeros
Perú es el país donde más presos españoles cumplen condena en el extranjero, unos 350, por delante de Francia, Colombia y Marruecos.