Boris Johnson cierra la puerta a un nuevo referéndum de independencia en Escocia
El líder conservador alega que «a los británicos y a los escoceses se les dijo en 2014 que se trataba de un evento único en una generación»
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha afirmado este domingo que no aceptará una petición para celebrar un nuevo referéndum sobre la independencia de Escocia si es reelegido como jefe de Gobierno del Reino Unido en las elecciones del próximo 12 de diciembre.
Preguntado en una entrevista con la cadena Sky News sobre si contempla la posibilidad de un segundo plebiscito, tal como reclama la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, Johnson ha respondido: «No, no quiero que haya uno».
«No creo que la gente de este país piense que los referéndum son lo mejor para mantener la armonía. Ya hicimos uno en 2014» en Escocia, ha defendido el líder conservador. «A los británicos y a los escoceses se les dijo en 2014 que se trataba de un evento único en una generación».
Hace cinco años, el 55% de los votantes de Escocia se decantó por permanecer en el Reino Unido, frente al 45%, que optaron por la independencia. En 2012, el entonces primer ministro británico, el también conservador David Cameron, había pactado con el ex ministro principal escocés Alex Salmond un cambio legal que permitió celebrar la consulta.
Sturgeon, líder del Partido Nacionalista de Escocia (SNP), avanzó esta semana que tiene intención de pedir a Londres las competencias necesarias para organizar un nuevo plebiscito tras los comicios generales de diciembre.
Al inicio de la precampaña electoral, Sturgeon aseguró que un buen resultado de su formación en las urnas se interpretará como un respaldo en favor de ese referéndum, por lo que pidió el apoyo de los votantes «para asegurarse de que se escucha la voz de Escocia».
Desde la victoria del Brexit en 2016, el SNP ha defendido la celebración de un nuevo referéndum, al considerar que la salida de la Unión Europea cambia las condiciones sobre las cuales los escoceses habían decidido permanecer en el Reino Unidos dos años antes.