Condenados a entre 30 y 50 años de cárcel siete acusados del asesinato de Berta Cáceres
Cuatro de ellos han sido condenados además a 16 años por la tentativa de asesinato contra el mexicano Gustavo Castro
La Justicia de Honduras ha condenado a 50 años de cárcel a cuatro de los ocho hombres acusados por el asesinato de la ambientalista Berta Cáceres el 3 de marzo de 2016. Además, los otros tres acusados han sido sentenciados a 30 años de prisión.
Según la sentencia, dictada por la Sala I del Tribunal de Sentencia de Jurisdicción Nacional, Edilson Duarte, Henry Javier Hernández, Elvin Rápalo y Óscar Torres han sido condenados a 34 años por el asesinato de la ambientalista y a 16 años por la tentativa de asesinato contra el mexicano Gustavo Castro, huésped de Cáceres y único testigo del crimen.
Por su parte, Douglas Bustillo, Sergio Rodríguez y Mariano Díaz Chávez han sido condenados como coautores del asesinato. El octavo acusado por el crimen es Roberto David Castillo, que hasta ahora ha sido señalado como el único autor intelectual del asesinato. Los acusados condenados fueron declarados culpables de asesinato y tentativa de asesinato el 30 de noviembre de 2018.
Cáceres, que era coordinadora general del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), se oponía a un proyecto hidroeléctrico en el oeste del país a cargo de la empresa Desarrollos Energéticos Sociedad Anónima (Desa), relacionada con en el crimen, aunque los ejecutivos de la compañía siempre han negado las acusaciones contra su personal.
La familia de Berta Cáceres ha reiterado que la empresa Desa, empresarios ligados al sector eléctrico, funcionarios del Gobierno y militares, entre otros, son parte de los «autores intelectuales» del crimen de la ambientalista, pues aseguran que Castillo no es el único autor intelectual.
Por su parte, el abogado de Desa, Robert Amsterdam, rechazó en un comunicado en noviembre de 2018 que Sergio Ramón Rodríguez, uno de los siete condenados hoy, haya tenido que ver con la muerte de Berta Cáceres. “No hay duda de que este juicio fue objeto de una abrumadora campaña de presión internacional basada en afirmaciones falsas y ahora han obtenido el resultado deseado: una farsa con motivaciones políticas para encarcelar a un hombre inocente a pesar de la falta de pruebas», dijo el abogado.