Piedras Negras, la cárcel bajo el dominio de Los Zetas que han convertido en un campo de exterminio
Hasta hace dos años y durante seis, este penal situado en los desiertos del norte de México fue una pesadilla que gozó de lo que ciertas autoridades mexicanas denominan eufemísticamente “autogobierno”. Un fenómeno en el que Estado mira hacia otro lado a cambio de evitar motines. En manos de una de las bandas más temidas del país, arrastraba a sus víctimas del exterior –muchos procedían de sus mismas filas, otros eran adversarios– a las cuales torturaba, despedazaba y eliminaba. Al menos 150 personas cayeron en ese túnel del horror. Hace dos años fue cerrada tras la fuga de más de un centenar de prisioneros y el debilitamiento de Los Zetas.