
16 años de cárcel para el ex capitán del Costa Concordia
La noche del 13 de enero de 2012, el barco que comandaba Schettino chocó contra la isla de Giglio, provocando su naufragio, el fallecimiento de 32 personas y 64 personas heridas. Él fue el primero en abandonar el buque en una lancha de salvamento, dejando a 4.229 personas a bordo, lo que le valió el apodo entre la prensa italiana de “el capitán cobarde”. Schettino se defendía asegurando que había resbalado con la inclinación del barco y había caído en el bote salvavidas.
De esta forma el tribunal considera que Francesco provocó el accidente al acercar demasiado la nave a la isla del Giglio para “agasajar a un tripulante que estaba próximo a jubilarse y, de paso, impresionar a una joven moldava a la que había invitado a la travesía y con la que acababa de cenar”.