Los caros caprichos de Telma Ortiz, hermana de Letizia: ¿cómo los paga?
La hermana de la reina Letizia no tiene oficio ni beneficio, y a pesar de eso se va de compras a tiendas de lujo de la capital.
Desde que Telma Ortiz se mudó a Madrid con su pareja, el abogado Robert Gavin, a finales de 2019, ha despertado más interés para la prensa del corazón. La hermana de la reina Letizia, de 47 años, sabe huir de los paparazzi, pero en ocasiones le resulta imposible.
Aunque siempre se ha mantenido en un segundo y discreto plano, suponemos que por imposición de la mujer de Felipe, la vida de Telma Ortiz sigue interesando, sobre todo en lo que al dinero se refiere. Y no solo por ser hermana de la reina, sino porque no se le conoce oficio ni beneficio.
Hace un año, Telma Ortiz dejó su puesto de trabajo en la escuela de negocios ESERP, donde era directora de relaciones internacionales. ¿La razón oficial? «Motivos personales». Desde entonces, y tras haber sido madre por segunda vez, no se le conoce ninguna otra labor asalariada.
Todo esto llama la atención porque recientemente se la ha visto en una tienda de cosmética de lujo y porque, además, vive en un chalet de La Moraleja. ¿Quién costea todo esto?
Los caros caprichos de Telma Ortiz, hermana de Letizia
En la revista Lecturas de este miércoles, Telma Ortiz aparece con su madre, Paloma Rocasolano, en una tienda de cosmética de lujo ubicada en la calle Serrano (Madrid). En dicho establecimiento, el precio medio de una crema facial es de 300 euros. La tienda también vende complementos de cuidado del rostro por un precio superior a los mil euros.
La hermana de la reina y su madre estuvieron escuchando los consejos de la dependienta de la lujosa tienda, y finalmente adquirieron, según la citada publicación, un producto de una firma británica de alto standing. Telma fue al establecimiento con una mochila portabebés, donde llevaba a su recién nacida.
¿Quién se los paga?
Como te contábamos en THE OBJECTIVE, la hermana de la reina Letizia no tiene trabajo. Tras varios voluntariados en en diferentes ONGs, trabajó para el Ayuntamiento de Barcelona en la Subdirección de Proyectos del Departamento de Relaciones Internacionales; un puesto que dejó en 2014 para pasar a la mencionada escuela ESERP, con la que rompió laboralmente en 2020.
Desde entonces, disfruta de una existencia tranquila en la capital junto a su marido, el irlandés Robert Gavin Bonnar (54), con quien tuvo un bebé en verano de este mismo año. Los tres viven con la otra hija de Telma, llamada Amanda, de 13 años, fruto de su relación con el también abogado Enrique Martín Llopis. Robert, por cierto, tiene también otros dos hijos (de 14 y 15 años) fruto de su matrimonio (2001-2019) con la cantante Sharon Corr, integrante del grupo The Corrs.
La familia reside en Madrid, en un chalé de lujo situado en la exclusiva urbanización de El Soto de La Moraleja, a las afueras de la capital. Este tren de vida y sus caros caprichos tienen un coste, y no sabemos quién lo paga.
Quizá ella tenga ahorrado, o quizá sea Robert, pues es el Consejero Delegado de la empresa RGB Corporate, además de «abogado e inversor», tal y como se define él mismo en su perfil de Linkedin. Con una experiencia laboral de más de 26 años y tras trabajar en Londres, Dublin, Barcelona y Ciudad del Cabo, es evidente que no le va nada mal en su trabajo, lo que le aportaría esos ingresos extras para vivir holgadamente con su mujer y costear todo lo que fuese necesario.