Esther Doña y el juez Santiago Pedraz, como novios adolescentes en Instagram
La viuda de Carlos Falcó y el magistrado están locamente enamorados, al menos eso es lo que quieren expresar al mundo
Esther Doña (43) y Santiago Pedraz (63) están como unos auténticos adolescentes. La viuda del marqués de Griñón y el juez de la Audiencia Nacional siguen con su noviazgo, iniciado este verano, y presumen de él en las redes sociales como todo joven enamorado.
Es habitual que ella comparta aspectos de su vida privada en Instagram y que presuma de su nueva conquista, pero lo que no es tan normal es que publique unos stories con la canción de moda entre la juventud española: Índigo, de Camilo y Evaluna, y cuyo estribillo dice así: «Porque llegó a mi vida, el amor de mi vida, yo se lo pedí al de arriba, pero contigo se le fue la mano. Qué buena suerte la mía, gané sin jugar la lotería». Una letra que sonaba adornada con las miradas cómplices de ambos, filtro mediante:
Cabe destacar que la canción afirma que el amor ha llegado porque se lo pidieron «al de arriba» y Esther Doña siempre ha asegurado que fue Carlos Falcó quien hizo que conociera al juez. Parece broma pero no lo es. «Carlos ha puesto en mi camino a la persona que me iba a hacer feliz. Estoy segura de ello. Carlos era único y nunca dejará de sorprenderme», aseguró ella.
El juez dejó todo atrás por Esther Doña
La viuda de Carlos Falcó recuperó la ilusión tras conocer al magistrado, natural de Salamanca, después del fallecimiento de su marido, a los 83 años, el pasado 20 de marzo de 2020 a causa del coronavirus. Al comienzo de su relación se decía que Pedraz lo estaba pasando mal por la presión mediática, pues, desde que comenzó a salir con Esther Doña, su fama y notoriedad aumentó hasta el punto de generar malestar en la Audiencia Nacional.
El tribunal le solicitó entonces que redujera sus apariciones públicas en la prensa del corazón, al considerar que la atención que está generando puede manchar su trayectoria profesional y ya no solo por su relación con Doña, sino también por los rumores de enemistad con su expareja, Silvia Córdoba, que ella misma ha generado al confesarlo en una alegación para evitar que Pedraz pueda ver la causa de la que se abstuvo cuando aún eran pareja. Coincidieron en el caso y el magistrado tuvo que apartarse por la relación sentimental que le unía a la abogada de una de las partes, apunta Gtres.
Sin embargo, todo esto se la trajo sin cuidado a Pedraz, ya que, lejos de querer modificar su conducta, estableció un orden de prioridades en el que Esther estaba –y está– en el primer puesto.
Tanto es así que hasta accedió a posar –vía exclusiva– en ¡Hola! con su nueva novia, algo inaudito y que sorprendió sobremanera al entorno en el que Pedraz se movía antes de conocer a Doña. «Estoy aquí, al lado de Esther, porque estoy enamorado y no quiero esconderme. Cuando uno ama, quiere gritarlo a los cuatro vientos», dijo él a la revista.
A día de hoy, medio año después de la confirmación de su relación, todo va viento en popa. Es habitual verlos con amigos –como en casa de Marcos de Quinto– y compartiendo tiempo libre por Madrid.
Ella, reconvertida en celebrity
La relación entre Esther Doña y Carlos Falcó siempre fue cuestionada por todos, sobre todo por su diferencia de edad, de 41 años. Ambos salían desde 2015, y se casaron dos años después en una boda secreta e íntima en el palacio de ‘El Rincón’ en régimen de separación de bienes para evitar (más) habladurías. No obstante, Falcó dejó a su mujer sus bienes en usufructo, aunque nada en herencia, por lo que ha podido vivir holgadamente este último año.
Estos últimos meses, al margen de las comodidades económicas, no han sido fáciles para Esther Doña, pues también sufrió la pérdida de su padre. A pesar de todo el dolor, ha sabido seguir, sobre todo, gracias a su nuevo amor adolescente, el juez Pedraz.
¿Los veremos pasar por el altar?