Ana Obregón no supera la muerte de su hijo: «Voy a seguir fingiendo que estoy viva»
La polifacética presentadora ha publicado un post en sus redes sociales que ha despertado las alarmas
Han pasado 19 meses desde el día más triste en la vida de Ana Obregón. El 13 de mayo de 2020 perdía a su único hijo, Álex Lequio, después de dos años de lucha contra el cáncer. Y aunque la polifacética presentadora está haciendo todo lo posible por seguir con su vida cumpliendo, poco a poco, con sus compromisos profesionales, la ausencia de su hijo duele y más cuando se acercan unas fechas tan señaladas.
Son numerosos los posts que Ana le dedica a su Álex. Casi siempre llenos de tristeza, pero también con palabras de esperanza. Y este lunes la actriz no ha faltado al homenaje a su hijo. Se cumplían 19 meses de su fallecimiento y su perfil de Instagram ha tenido un nuevo mensaje que ha preocupado a sus más de 800.000 seguidores.
Junto a dos bonitas imágenes en las que posa sonriente con Álex Lequio, Obregón escribe: «Duele infinitamente no escuchar tu voz diciendo lo más bonito que me han llamado en mi vida, es solamente una palabra: ‘Mamá’», comienza diciendo.
«Y duele demasiado no poder volver a pronunciar lo más bonito que ha salido de mi boda, es también una sola palabra: ‘Hijo’. Porque, así como el único amor que no termina nunca es el que siente una madre por su hijo, el único dolor que jamás desaparece es el de una madre cuando tiene que decir adiós a su hijo para siempre».
Por último, termina su mensaje con unas llamativas palabras directas al joven: «Mi vida: Hasta que volvamos a encontrarnos que espero que sea muy pronto, voy a seguir fingiendo que estoy viva. Por tu lección de vida. Por ti…». Los ‘likes’ han comenzado a llegar y, a los pocos minutos, ya tenía más de 40.000.
Tristeza y esperanza
Sigue sumida en la tristeza por su hijo, hasta el punto que ella misma ha confesado que por eso aún no ha podido empezar el duelo por su madre. Ana María Obregón falleció el 22 de mayo, un año después que su nieto. Una muerte que supuso un durísimo varapalo para toda la familia, y en especial para la comunicadora.
A pesar del sufrimiento, la protagonista de Ana y los siete cuenta con el cariño de sus amigos, sus followers y además tiene un objetivo que es el que le da la fuerza: continuar con el legado de su hijo. Algo que siempre que puede, recuerda.
Así lo hizo a principios del mes de diciembre con un mensaje acompañado de un video en el aparecen diferentes imágenes junto al joven, al que llama «mi guerrero de luz». «Sé que me apagué. Sé que mis pies quieren caminar hacia dónde estás durmiendo, pero intentaré seguir fingiendo…Que trabajo…Que vivo. Por ti. Por tu lección de vida», se puede leer en su Instagram.
«Porque tengo que ayudar a muchos niños con cáncer con tu Fundación para investigar esta maldita enfermedad. Porque no quiero que ninguna madre y ningún padre tengan que vivir lo que yo estoy sufriendo», afirma rotunda.
Precisamente hacia esos padres anónimos van sus últimas palabras del post: «Valientes son unos padres que tienen que devolver a su hijo al cielo». Además del hastag que siempre utiliza #Alessforever, en esta ocasión añadió las palabras ‘duelo’, ‘madre’, ‘hijo’ y ‘solidaridad’.
Volverá a dar las Campanadas
A mediados de noviembre saltaba la noticia de que la presentadora volvería a dar las Campanadas junto a Anne Igartiburu, como ya hicieron el pasado año. Sin duda, una gran noticia para todos los que la quieren. «Este año se de dos personas que estarán muy orgullosas desde la orilla del cielo», dijo entonces confirmando la información.
Una semana después aparecía en la portada de la revista Hola con unas declaraciones cargadas de optimismo: «Yo sé que voy a volver a nacer. Ahora estoy apagada, pero sé que voy a salir. Siempre pude salir de las cosas y sé que voy a hacerlo, si no es por mí, lo haré por mi hijo», dijo con rotundidad.
En la misma conversación con la publicación antes mencionada, la bióloga también explica cómo ha evolucionado el dolor que siente. Según ella ahora «dura menos», pero «es igual de intenso». Y deja claro que el trabajo es una vía de escape. «No solo te distrae, sino que te abstrae de la realidad. Llega un momento que o te abstraes de la realidad o es imposible aceptarla».
Este 31 de diciembre volverá a ser un día complicado para Ana Obregón. Le faltan dos de las personas que más quiere, su hijo y su madre, pero ya piensa en ese momento de despedir un año y darle la bienvenida a otro, haciéndolo de la mano de su eterna compañera, Anne Igartiburu.
El año pasado las suyas fueron las Campanadas más vistas. Más de seis millones de espectadores –y un 29,3% de cuota de pantalla- se comieron las uvas con Ana y Anne. La vasca cedió todo el protagonismo a su compañera, que protagonizó uno de los momentos más emotivos de la velada con su discurso.