Del príncipe Carlos a Alejandro Sanz, los famosos que también pintan cuadros
La pintura se ha convertido en una de las actividades de ocio para famosos de medio mundo, sobre todo durante la pandemia del covid-19
La pintura es una de las actividades creativas que está al alcance de cualquiera, incluyendo al príncipe Carlos de Inglaterra. Como él, duquesas, actores, mecenas… cualquiera tiene la capacidad de coger un pincel. Eso sí, no todos tienen el talento o al menos la habilidad de plasmar su arte en un lienzo. Pero ya se sabe que para gustos los colores, nunca mejor dicho, y todos tienen su público.
Algunos son aficionados a esta disciplina desde bien pequeños, otros incluso han recibido clases como parte de su elitista formación académica, y otros, simple y llanamente, han encontrado una forma diferente de plasmar su creatividad. Y sus cuadros están cotizados. Se venden, se subastan y hasta sirven para recaudar fondos para obras benéficas.
Precisamente el heredero de la Corona inglesa tiene ahora en exposición su colección más amplia de acuarelas. Ha sido la Fundación que lleva su nombre la encargada de inaugurarla en The Garrison Chapel. Muestra que estará abierta al público en Londres, hasta el próximo 14 de febrero y cuya entrada es gratuita.
Es la primera vez que se exponen al completo sus acuarelas: 79 pinturas en las que el futuro heredero al trono inglés ha pintado algunos de sus lugares favoritos como los valles de la Provenza francesa, las montañas escocesas o paisajes de Tanzania. «Me dediqué a la pintura por completo porque encontré la fotografía menos satisfactoria», ha reconocido el príncipe.
Según publicó The Express, en las más de tres décadas que lleva pintando, esta afición le ha reportado más de siete millones de euros en beneficios, que ha destinado a causas solidarias. En 2018 hubo una muestra con 30 de sus obras en la National Gallery de Australia para celebrar su 70 aniversario. Mientras que por su 50 cumpleaños se exhibieron, en Hampton Court, precisamente 50 de sus piezas.
Eugenia Martínez de Irujo, pintora en el confinamiento
Al igual que le ocurre al príncipe Carlos, la pintura siempre ha estado presente en la vida de Eugenia Martínez de Irujo. Su madre era una gran aficionada y también pintaba. La duquesa de Montoro, que hasta ahora había volcado sus inquietudes artísticas en el diseño de joyas, encontró en la pintura su mejor vía de escape durante el confinamiento.
«He pasado todos los días del estado de alarma confinada en casa desarrollando una de las facetas y aficiones que más me han acompañado a lo largo de mi vida, la pintura», reconoció la hija pequeña de la duquesa de Alba semanas antes de exponer sus obras. «Es mi manera de expresarme y de ponerle color de una forma especialmente autodidacta que me ha acompañado en los momentos más difíciles de mi vida», dijo en una ocasión.
En octubre de 2020 Eugenia expuso sus cuadros en el Espacio Valverde, con fines benéficos. Todo lo que recaudó de la venta de sus creaciones -con un precio máximo de 300 euros- fue a parar a la Fundación Querer. En total, 65 obras que en solo tres días ya habían sido vendidas. Cuadros a base de témperas y pinturas acrílicas inspiradas en Oriente, animales salvajes y motivos florales.
Blanca Cuesta, una pintora cotizada que expuso en el Thyssen
Más de diez años lleva Blanca Cuesta entre pinceles, caballetes y lienzos. No podía ser de otra manera. Igual que su suegra le inculcó su pasión por la pintura y el arte en general a su hijo Borja, este comparte con su mujer su gusto por esta disciplina. Hasta el punto que ha tenido un rotundo éxito en todas y cada una de las exposiciones que ha hecho.
Y no han sido pocas. Acompañada de las obras de otros artistas y sola, la nuera de la baronesa Thyssen tiene un buen maestro. Nada más y nada menos que a Pedro Sandoval, quien la apadrinó en su primera exposición en solitario donde, en pocas horas, vendió ocho cuadros a un precio de entre los 2.000 y los 7.000 euros.
Catalogada como una de las nuevas pintoras vanguardistas, Blanca tuvo el honor de exponer una escultura en el Museo Thyssen. Fue una acción solidaria en la que 20 artistas cedían sus obras para la exposición y posterior subasta, cuyos beneficios fueron a parar a Mensajeros de la Paz. El proyecto de aquel momento no fue otro que plasmar su arte sobre la Venus de Milo. Y la de Blanca recaudó 3.000 mil euros, cifra superada por su mentor, que consiguió vender la suya por 4.700 euros.
Rocco, el hijo de Madonna, un artista bajo seudónimo
El hijo de Madonna y Guy Ritchie ha dado la campana en este 2022. Bajo el seudónimo de Rhed, a sus 21 años, expone sus obras en la galería Tanya Baxter Contemporary de Londres desde hace cuatro años. En la biografía del pintor publicada en la web de la galería hablan de su amplío bagaje cultural, además de explicar que ha estudiado en la escuela de Bellas Artes, así como en la prestigiosa Saint Martins y en la Real Escuela de Dibujo de Shoreditch.
Al parecer, sus obras son muy cotizadas. Se venden, según los tabloides ingleses, por casi 30.000 euros. Pero no todo son alabanzas al talento de Rocco. Son hasta tres los críticos que han analizado el estilo del hijo de Madonna y precisamente no han aplaudido su obra. Godfrey Barker afirma que «aunque no es un prodigio, ha madurado a una velocidad de vértigo».
Jonathan Jones, crítico de The Guardian, explica que sus trazos son «amateur, imitando vagamente a Picasso. Eso no significa que no se convierta en un artista mejor con el tiempo. La pintura requiere su esfuerzo». En The Times, tras conocerse su verdadera identidad, han sido rotundos: «El talento no necesariamente viene de familia».
Alejandro Sanz convierte en oro todo lo que toca
Uno de los cantantes españoles más internacionales de los últimos años es también un pintor amateur. Y no lo hace nada mal. Lo suyo es cantar, sí, también componer, pero cuando coge un pincel Alejandro consigue la misma belleza que con sus letras y sus melodías. Es un artista por los cuatro costados y la pintura lleva con él desde hace más de 15 años. Era su talento desconocido, al menos hasta que en mayo de 2018 realizó una exposición junto con su amigo y artista plástico, Domingo Zapata.
Fue en la HG Contemporary Gallery de Nueva York donde expusieron Smile, la muestra de estilo neoexpresionista con la que quisieron dar «una visión genérica del ser humano». Casi 30 obras, entre ellas varias que el intérprete de Corazón Partío había pintado diez años antes.
La flor marchita, What I love about you o Los tres amigos fueron los nombres de estos cuadros con los que quisieron «demostrar que no empezó a pintar ayer». No es de extrañar que el cantante comparta ahora su vida con otra reputada artista, la cubana Rachel Valdés, quien además de triunfar en su país natal y en Estados Unidos también ha visto colgada su obra en la prestigiosa feria ARCO.