Cuando aún colean las declaraciones de la primera entrevista de Iñaki Urdangarin en el programa de radio de Juanma Castaño, El partidazo de la COPE, el exduque de Palma y su actual pareja, Ainhoa Armentia, vuelven a ocupar la portada de una de las revistas de los miércoles. Se trata de sus primeras fotografías juntos tras confirmarse su relación, como así reza la revista ¡Hola!.
Las instantáneas fueron tomadas el pasado lunes, dos días después del viaje express que realizó Urdangarin a Barcelona. El todavía marido de la infanta Cristina participó en la celebración del 50 aniversario de la sección de balonmano del Barça, equipo en el que militó durante 14 temporadas y que le llevó a lo más alto del deporte profesional. Allí, además de coincidir con otros excompañeros, también estuvo acompañado de su hijo Pablo. El joven sigue los pasos de su padre no solo en la misma modalidad, sino también en el mismo equipo. Todo un orgullo para el vasco.
Según el reportaje, Iñaki Urdangarin regresó a Vitoria el lunes. Después de que Ainhoa finalizó su jornada laboral en el despacho Imaz & Asociados, su novio la recogió en las inmediaciones de la oficina a eso de las cinco de la tarde. El exyerno del rey emérito conducía su propio vehículo y tras él iba otro con los dos escoltas que todavía velan por su seguridad.
Desde ahí se trasladaron a otro lugar cercano a Vitoria, ciudad en la que ambos residen. Allí pasaron totalmente inadvertidos. Son discretos y, a pesar del revuelo mediático de los primeros días tras descubrirse su relación, viven su historia de amor con total naturalidad siguiendo con sus rutinas diarias en las que están incluidos acudir al trabajo, ejercitarse y, por supuesto, pasar tiempo juntos.
La libertad de Iñaki Urdangarin, el punto de partida
La nueva relación de Urdangarin va viento en popa. Ha rehecho su vida y desde que obtuvo la libertad condicional hace una semana, ha ido dando pasos hacia delante encaminándose a su nueva etapa. Nada más conocer la decisión de la jueza de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao, el exjugador de balonmano abandonó su puesto de trabajo en el mismo despacho de abogados en el que trabaja Ainhoa. Este fue el lugar donde se conocieron y en el que surgió el amor.
Además, el sábado viajó a la ciudad condal para el aniversario de la sección de balonmano del Barcelona. No era la primera vez que se dejaba ver en la cancha, anteriormente se le había visto en la grada junto a su mujer, animando a su hijo Pablo durante uno de sus partidos. Pero en esta ocasión su participación fue más activa. Urdangarin no dejó de sonreír, se le vio integrado y feliz de poder volver a sus orígenes. El deporte no solo ha sido su trabajo, ha sido también su salvavidas durante su estancia en la cárcel y parece que también es una actividad que puede que sea de nuevo parte de su futuro profesional.
Su primera entrevista
El pasado lunes Iñaki Urdangarin dio la sorpresa. Apareció como invitado estelar en el programa deportivo que presenta Juanma Castaño en la COPE. No fue una entrevista fácil. El exduque de Palma solo pretendía hablar de deporte, pero terminó respondiendo a regañadientes sobre las cuestiones que se le plantearon y que hacían referencia a su vida personal. Fue tajante al afirmar que quiere dejar atrás su estancia en prisión y todo lo que esto supuso para él a todos los niveles.
«Prefiero que eso sea una etapa que se haya quedado atrás. Es una etapa que he cerrado, y prefiero mirar hacia delante», respondió al locutor. Quiso eludir el tema, pero terminó hablando de su experiencia: «Es muy duro por las condiciones en las que entré y por las circunstancias que viví en soledad». Explicó que su vida en Vitoria es «normal, aunque tampoco me expongo mucho», y según las imágenes de hoy es algo que lo confirma.
«He cumplido una pena que considero que ha sido más que suficiente y quero una oportunidad para volver a empezar y reinventarme», dijo. Y en ello está. Apunta al deporte como una parte de su futuro, por eso no ha descuidado su formación. «Mi intención es volver al mundo del deporte o de gestión de empresas. He hecho cursos de coaching y gestión emocional para completar mis herramientas de dirección de empresas. Quiero ayudar a las personas, a los deportistas, a las empresas, a conseguir el mayor rendimiento posible, a conseguir superar sus problemas».
Casi dos meses desde que saltó el escándalo
El pasado 19 de enero se desvelaron las fotografías de la polémica. Unas imágenes en las que Iñaki Urdangarin aparecía en una playa paseando de la mano de Ainhoa Armentia. Los rumores no se hicieron esperar. Hubo quien dijo que el reportaje había sorprendido a doña Cristina, en lo que habría sido una deslealtad por parte de su marido. Pero también hubo quien afirmó que con esto se había querido sacar a la luz cuál era la realidad del matrimonio de la hija mediana de don Juan Carlos.
Lo cierto es que horas después, Urdangarin y Cristina emitían un comunicado en común anunciando la «interrupción» de su vida matrimonial. A partir de ese momento, todos los focos se centraron en la nueva pareja. La discreción fue nuevamente la tónica de su día a día. Ambos acudían a su puesto de trabajo por separado, salían por separado y no se dejaban ver.
Hasta que los días pasaron y todo se relajó. Las cosas iban evolucionando a pasos agigantados. La infanta dejó clara su postura: ni perdón ni reconciliación. Eso sí, el divorcio de momento sigue en el aire. Y eso que todo apuntaba a que la expareja iba a esperar precisamente a que le Urdangarin obtuviera su libertad. Ahora que ya ha llegado, todo es una incógnita. Pero una nueva vida para ambas familias ya ha empezado.
