Iñaki Urdangarin rompe su silencio: «Quiero tener una oportunidad»
El deportista ha dado una entrevista radiofónica en la que ha hablado de su pasado, su presente y su futuro más inmediato
Gtres
Después de las declaraciones de su hijo Pablo, y de su nueva suegra, Antonia Acebo, le ha tocado el turno a Iñaki Urdangarin. Una semana después de obtener la libertad, el exjugador de balonmano ha dado las que son sus primeras declaraciones tras las informaciones que le han tenido en el ojo del huracán desde el pasado 19 de enero.
El todavía marido de la infanta Cristina ha roto su silencio en el programa que dirige y presenta Juanma Castaño, El partidazo de la COPE. Hubo momentos de cierta tensión, ya que Urdangarin solo quería hablar sobre deporte, pero finalmente fue generoso y sin querer entrar en detalle, también respondió a las preguntas que le hizo el periodista sobre su vida fuera de la cancha.
«En un programa deportivo no me gustaría contar algo del pasado», dijo haciendo referencia a su paso por la cárcel. «Es una etapa que he cerrado con un comportamiento muy bueno, y por eso tengo la libertad condicional, y prefiero mirar hacia delante». Eso sí, explicó que tanto la lectura como el deporte le hicieron su vida en prisión más ‘llevadera’. «El deporte me mantuvo en una buena rutina de vida. Tenía un polideportivo con máquinas para hacer cardio y algunas pesas y colchonetas. Tenía dos horas cada día».
No tuvo problema en admitir que fueron momentos muy duros: «Los siete años que intenté defenderme tuve un linchamiento mediático importante y recuperar el equilibrio de lo que se dijo es difícil». El exyerno del rey emérito no quiere recordar los años que ha estado preso, ahora solo mira el futuro. «Parto de cero porque quiero que la palabra ‘libertad’ vuelva a estar delante de mí. Me quiero llevar estas experiencias y estas herramientas al día de mañana. No es que no quiera hacer borrón y no quiera mirarlo, de todo me llevo buenas lecciones».
Iñaki Urdangarin y el ahora
Desde hace un año reside en Vitoria. Se le concedió el tercer grado, entre otras cosas, por presentar un arraigo familiar -vive con su madre en la ciudad vasca-, y también justificó el arraigo laboral con su contrato en el despacho de abogados Imaz & Asociados. Desde la semana pasada, y según ha aclarado, solo tiene que «informar de mis movimientos por Europa y obrar correctamente».
Su día a día es el de cualquier persona anónima: «Hago una vida normal aquí en Vitoria aunque tampoco me expongo mucho. La gente ya nos conoce aquí», reconoce. Esta rutina solo se ha visto alterada en el último mes. En concreto desde que se publicaron las imágenes en las que aparecía paseando de la mano con una mujer que no era la infanta Cristina.
A partir de ese momento tanto él como su actual pareja, Ainhoa Armentia, han sido objetivo de los medios de comunicación. Se les ha captado acudiendo a su puesto de trabajo en el mismo bufete. Allí se conocieron y allí surgió el amor entre ellos. Y también se han dejado ver acudiendo al mismo centro de yoga donde asisten semanalmente. Está informado de todo lo que se dice, «para ver si es cierto o no», pero es tajante a la hora de decir que no le da importancia a lo que opinen los demás.
Sus planes de futuro
Mucho se ha hablado del futuro profesional de Iñaki Urdangarin. Durante estos doce meses que ha trabajado en el bufete de abogados su sueldo era el de un ‘mileurista’, una condición que nada tiene que ver con la situación económica en la que se ha movido casi desde que nació. Hace unas semanas se llegó a hablar de la posibilidad de que el excuñado del rey Felipe VI fichase como comentarista deportivo.
También se llegó a plantear la posibilidad de que fichara como técnico de los juveniles de balonmano del Barcelona, pero ha sido él mismo quien ha aportado luz a su futuro. «Lo que pueda aportar al balonmano, el club sabe que me tendrá encantado», ha reconocido. Al fin y al cabo, el equipo blaugrana de balonmano fue su casa durante las 14 temporadas que militó en sus filas. Y sus hazañas con el dorsal número siete no se han olvidado. Y el sábado quedó claro durante la celebración del 50 aniversario de la sección de balonmano.
Quiere reinventarse y comenzar una nueva etapa donde, por supuesto, el deporte forme otra vez parte de su vida laboral. Para ello, continúa ampliando su currículum: «Sigo formándome en intentar encontrar un nuevo rumbo profesional. Mi intención es volver al mundo del deporte o de gestión de empresas. He hecho cursos de coaching y gestión emocional para completar mis herramientas de dirección de empresas. Quiero ayudar a las personas, a los deportistas, a las empresas, a conseguir el mayor rendimiento posible, a conseguir superar sus problemas».
Castaño puso sobre la mesa el posible estigma con el que puede encontrarse a la hora de que le contraten. Iñaki Urdangarin fue tajante: «Quiero tener una oportunidad para demostrar que puedo aportar rendimiento. He pagado las cosas que me han ocurrido y con un precio importante».
Este estigma no ha tenido hueco en sus relaciones personales: «Tengo muy buenos amigos que me han acompañado en lo bueno y en lo malo y estoy muy orgulloso. La gente que me conoce sabe cómo soy y quién soy. Tengo amigos que he dejado en cada sitio por el que he pasado». Y por supuesto tiene a sus hijos y a Ainhoa, con quien parece que está dispuesto a emprender una vida nueva en su Vitoria natal.
