La doble vida de Serguéi Lavrov (con una hijastra extrañamente millonaria)
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, tiene una mujer y una hijastra que oculta a la sociedad, y las cuales viven como reinas
Con la invasión de Rusia a Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea han anunciado sanciones económicas contra varios oligarcas rusos por sus vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin. De esta forma, quieren presionar a éste último para que detenga la guerra.
Se está investigando, pues, a todas las personas que tienen relación con el Kremlin, pero ha habido un problema con el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, pues se ha guardado bien las espaldas para que nadie sepa quién es su mujer. Pero, como todo en la vida, la verdad siempre sale a la luz, y tanto su actual verdadera pareja como la hija de ésta podrán ser sancionadas.
«Lavrov ha tenido la esposa ‘oficial’ durante los últimos 50 años. Sin embargo, nadie ha oído hablar de ella ni los ha visto juntos en público en años. A diferencia de esta dama, Svetlana Polyakova, que es la esposa real. Ambos están juntos desde principios de la década de 2000», explicó la activista y jefa del Departamento de Investigación de FBK, María Pevchikh, revelando así la doble vida del ministro ruso.
La doble vida de Serguéi Lavrov (con una hijastra que vive como una millonaria)
La información de Pevchikh es esencial, ya que Lavrov ya ha sido personalmente sancionado en el Reino Unido, al igual que el presidente Vladimir Putin, a raíz de la invasión de Ucrania el 24 de febrero, pero su familia real todavía no.
Esta nueva información pone en el ojo de las autoridades a Svetlana Polyakova, la mujer de Lavrov, y de la hija de ésta, Polina Kovaleva, que vive como una millonaria en Londres, precisamente. Al respecto, el Gobierno británico ya está estudiando incautarle un apartamento de lujo que la joven tiene en la ciudad, el cual costó 4,4 millones de libras (5,2 millones de euros) que fueron pagadas por ella misma en cash cuando tenía sólo 21 años de edad.
¿Cómo puede una joven como Polina costearse ese casoplón? ¿Y llevar su ritmo de vida high class? La respuesta parece estar en su padrastro.
La hijastra de Lavrov, además, aparece en la web del Imperial College Business School con su foto y una pequeña entrevista en la que promociona el master en estrategia económica para empresas que ella misma ha estudiado. Antes de Londres, la joven trabajó en la división de fusiones y adquisiciones de Gazprom, la compañía más grande Rusia y uno de los principales proveedores de gas en Europa.
«Polina tiene que hacer sus maletas Louis Vuitton, decirle adiós a su vida británica y dejar el Reino Unido. Si no puede explicar de dónde obtuvo los 4,4 millones de libras esterlinas, su propiedad debe ser confiscada bajo el procedimiento de orden de riqueza inexplicable», declaró en su perfil de Twitter Maria Pevchikh, quien también es jefa de investigaciones de la Fundación Anticorrupción de Alexei Navalni. Cabe destacar que el padre biológico de Polina, no es rico, así que de él no sacó el dinero.
La esposa real de Lavrov también es millonaria
Según relata Pevchikh, Polyakova es la verdadera esposa del ministro de Exteriores ruso y hombre de confianza de Putin. «A diferencia de la esposa oficial de Lavrov, esta mujer está forrada. Compró un apartamento en Moscú valorado en 6-8 millones de dólares, y tiene una gran colección de coches. No está mal para ser una asalariada más».
«Svetlana también acompaña a Lavrov en todos los viajes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores. A veces incluso lleva a su madre de 78 años y a su sobrina. Toda la familia figura como miembro de la misión diplomática. Hemos averiguado que Polyakova ha utilizado el avión del Ministerio más de 60 veces», añade Polyakova, quien asegura que Polyakova tiene propiedades en Rusia y el Reino Unido valoradas en más de 12.300 millones de euros.
Actualmente, se desconoce si Polina Kovaleva se encuentra en Londres, pero es evidente que está asustada, o al menos alertada, con la situación de su padrastro, pues ha eliminado sus cuentas de las redes sociales.
