El rey Felipe VI regresa a Noruega en solitario, el país que vio nacer a su exnovia más polémica
El rey Felipe VI viajará a Noruega para acudir a una cena de gala sin mujer ni hijas, a pesar de que las tres estaban invitadas
El rey Felipe VI viajará a Noruega para asistir a la celebración por la mayoría de edad de Ingrid Alexandra, primogénita de Haakon y Mette-Marit y futura reina de Noruega. Será una cena de gala a la realeza que se celebrará este viernes 17 de junio en el palacio real de Oslo.
En realidad, Ingrid Alexandra cumplió los 18 años el pasado mes de enero, pero debido al coronavirus no se ha podido festejar antes.
¿Por qué el rey Felipe viaja solo a Noruega?
El rey Felipe es el padrino de bautismo de Ingrid Alexandra. Asistió a la confirmación de la joven, celebrada en 2019, y asistirá a la cena de gala por su mayoría de edad.
Pero lo curioso de esta cita es que no acudirá al evento ni con su su mujer ni con sus hijas, a pesar de que las tres estaban invitadas.
Se daba por hecho que la princesa Leonor no iba a poder ir a la cita, debido a que ese mismo viernes termina sus clases en el UWC Atlantic College de Gales, pero sí se suponía que su hermana y su madre iban a viajar a Noruega con su padre. Finalmente, y debido a razones que se desconocen, no será así.
Noruega, el país que recuerda a Eva Sannum
Si sumas Noruega y rey Felipe te da como resultado Eva Sannum. Toda España recuerda esta relación tan tormentosa. Ellos, de todas formas, no se verán en el viaje del rey, pues no mantienen ningún tipo de contacto desde hace años. O al menos eso es lo que asegura ella.
La historia de amor entre el rey Felipe y la noruega fue muy sonada en nuestro país. Todo comenzó un año antes de conocer a Letizia. Ella tenía 25 años y él, 34.
La modelo noruega vivió un auténtico infierno durante los cuatro años que duró su relación: era acosada día y noche por los reporteros, que viajaron hasta Oslo –donde vivía– para seguirla, fotografiarla e intentar obtener declaraciones suyas.
«En el 98, ella apenas podía salir de su casa sin que la jauría de periodistas y fotógrafos se le echaran encima», asegura el periodista español Miguel Mielgo, quien lleva más de cuatro décadas trabajando en Noruega y que fue uno de los primeros en destapar el romance entre la joven y el entonces príncipe.
El noviazgo entre ambos fue seguido –y tergiversado– por la prensa rosa de la época, que poco a poco comenzó a ensuciar la imagen pública de Eva Sannum, publicando noticias falsas como un romance entre ella y el rockero Inger Ingebrigtsen.
«La campaña mediática de desprestigio y acoso a Eva Sannum, provocó que millones de españoles comenzaran a odiarla, sin tener ni idea de quién era ella realmente», detalla Mielgo. España no la quería y la Familia Real tampoco, pues no se publicaba nada bueno sobre ella, a pesar de que no se le conoció ningún novio antes de Felipe.
Los padres de la joven estaban muy preocupados por la situación que estaba atravesando su hija. No comprendían por qué la prensa española llevaba a cabo ese acoso, ya que en Noruega los reporteros mantienen las distancias siempre. El padre de ella, Björn Sannum, llegó a decir que ya era «demasiado».
Durante todos los años que fue seguida, Eva nunca tuvo un mal gesto con los reporteros ni una palabra más alta que la otra. Pero años después, en 2017, se atrevió a hablar de lo sucedido durante su noviazgo con el rey: «Ser perseguida y observada fue extremadamente devastador para mí. No tenía privacidad y me volví absolutamente loca. Fue un milagro que aquello no me destruyera», dijo a un diario noruego.
Tras el infierno con el rey Felipe VI, Eva Sannum recuperó la calma y siguió con su vida
El tiempo pasó y Eva Sannum siguió con su vida. Conoció al publicista Torgeir Vierdal y ambos comenzaron una relación que dura hasta el día de hoy y que afianzaron con el nacimiento de sus dos hijos.
En cuanto a su carrera, dejó el modelaje. Actualmente trabaja como consultora de Comunicación y le va bastante bien. De hecho, tiene un palacete valorado en 1,6 millones de euros y, sobre todo, mucha tranquilidad.