El criticado y polémico pregón de Chanel Terrero en el Orgullo de Madrid
Chanel Terrero, representante de España en Eurovisión, fue la encargada de dar el pregón del Orgullo, pero no salió bien parada del evento
Chanel Terrero, nuestra representante en el festival de Eurovisión –donde quedó tercera–, ha sido la encargada de dar el pregón del Orgullo de Madrid 2022. Unas fiestas que celebran su punto álgido esta semana y que han llegado acompañadas de numerosas polémicas.
La primera, la decisión del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, de no colgar la bandera arcoíris del colectivo en los edificios institucionales de la capital.
Y la segunda y más sonada, la del propio pregón que dio la cantante de SloMo en la plaza de Pedro Zerolo este miércoles, que ha empañado sobremanera el inicio de las celebraciones.
El pregón de Chanel Terrero en el Orgullo
Antes de entrar en materia, conviene saber de qué hablamos. Chanel Terrero acudió a la plaza de Pedro Zerolo ante una multitud que esperaba ansiosa su aparición. En un principio, la cubana, de casi 31 años, no defraudó, pues se subió al escenario visiblemente emocionada y con un look muy apropiado para la ocasión: un vestido arcoiris, a juego con la bandera.
«Gracias a todas, todos y todes los que estás aquí celebrando el Orgullo 2022. Es un honor para mí estar subida a este escenario en este día tan especial para la comunidad LGTBIQA+. (…) Mi suerte ha sido que mis padres me han educado en amor y respeto. El amor mueve el mundo. Todos somos iguales», comenzó leyendo la artista.
«Da igual el color, la orientación y color de piel. De pequeña sufrí racismo y acoso. Lejos de hundirme, hoy me he convertido en una mujer más segura. Muchas de las personas que hoy estáis aquí habéis sufrido el rechazo y desprecio por el simple hecho de vivir vuestra vida. Os puedo prometer que voy a luchar todos los días para qué recibáis el Orgullo que os merecéis», prosiguió.
«La visibilidad es necesaria para aprender y reflexionar. Para visibilizar el valor de la diversidad. Para que un beso entre dos mujeres no sea motivo de conflicto», siguió.
«Quiero dar las gracias a todos los que pusieron el cuerpo y alma para lograr más derechos. A quienes lucharon hace medio siglo. Este discurso es un gracias para todas ellas. Gays, bisexuales, trans«, concluyó ante las 4.000 personas que se concentraron en la plaza. Con el aforo completo, decenas de asistentes tuvieron que esperar más de 3 horas para acceder al recinto.
Polémicas y críticas, tanto a Chanel como a la organización del evento
En la propia plaza se escuchaban las críticas y el descontento de la mayoría de los asistentes, que se quejaban de la ausencia de sonido. Aunque en los vídeos del evento se puede escuchar perfectamente a Chanel, su voz no llegaba a la mayoría de los congregados, por lo que aguantaron pacientemente la llegada de la cantante para finalmente no poder oír nada.
También hubo sonadas quejas acerca del poco tiempo que estuvo la artista en el escenario, pues su presencia en el mismo estaba fijada para 20 minutos y al final sólo estuvo cinco.
A esto se suma que se dio mucha publicidad por la presencia de Chanel en el inicio de las fiestas del Orgullo, y muchísimos fans acudieron para verla actuar. Pero se quedaron con las ganas, pues únicamente dio el pregón y encima leyéndolo de cabo a rabo, lo que tampoco gustó.
Y, para finalizar, los asistentes mostraron gran descontento con las medidas de aforo, que lo único que hicieron fue «generar más aglomeraciones».
Los asistentes se quejan en masa
La mayoría de estas quejas se han trasladado de la plaza de Pedro Zerolo a las redes sociales, donde muchas personas han mostrado su desacuerdo con el procedimiento de la artista y de los organizadores, pues los conciertos celebraros en dicho lugar tampoco pudieron disfrutarse como debería haber sido. Recogemos algunas:
- «Qué mal organizado todo, imposible llegar a la plaza y ver esto, Policía sin dejar pasar por todas partes, quedó pequeña la plaza, ojalá sepan coordinar mejor los demás conciertos».
- «El sonido pésimo, no se escuchaban las voces de los cantantes. Imposible disfrutarse el concierto en esas condiciones. Chanel no cantó. El espacio quedó pequeño para la magnitud de personas que asistieron. Mala organización».
- «La organización, pésima, los controles de aforo lo único que hacen es generar mas aglomeraciones en calles estrechas, además por primera vez en la historia no dejan entrar un vaso de plástico con bebida».
- «Desastre de organización. No se escuchaba nada. Y decepción total con que sonase su música y que Chanel se fuese sin interactuar con un público que había ido a verla a ella…».
- «Vaya fracaso de pregón. Tanto, tanto… y luego no actúa. Venga, hombre, qué de vendehumos está lleno el mundo».
- «Fue vergonzoso. No se escuchaba nada y encima Chanel no cantó. ¡Justo cuando pusieron su canción se fue! Aunque hubiera dado igual porque el sonido es pésimo, no se escuchaba nada».
- «Una vergüenza y una decepción tremenda, sonido pésimo, por lo que la mitad de la plaza ni nos hemos enterado de lo que ha dicho, y encima ni se ha dignado a cantar».
- «El pregón muy bien pero a ella no se la escuchaba y ojalá hubiese cantado. Un poco bluff todo. Ojalá tenga alguna sorpresa preparada para lo que queda de semana. Necesitamos chanelazo».
- «¡Todos los que estábamos en el lado izquierdo del escenario no escuchamos nada, me da mucha pena no haber podido disfrutar…! ¡Y lo de ver a Chanel leyendo el pregón en vez de aprendérselo y no cantar, también fue muy feo! ¡Esperemos que los próximos días el sonido mejore!».
¿Qué pasó con el sonido?
No fue ningún fallo de sonido, sino simplemente la aplicación de la norma, que establemente que no se pueden superar los 100 decibelios durante el día ni 90 a partir de las 11 de la noche, para preservar el bienestar de los vecinos.
Los organizadores de sonido intentaron que el Ayuntamiento levantase la mano con esta limitación acústica para la celebración de las fiestas, pero finalmente no fue así. En pasadas ediciones del Orgullo, por cierto, sí se superaron los 100 decibelios con permiso del Consistorio.
Al final, como siempre, nunca llueve a gusto de todos.
