Isabel Preysler: del verdadero motivo de su ruptura con Vargas Llosa a su desaparición
La filipina está recluida y sin atisbos de dar la cara tras saltar por los aires el bombazo informativo que ha supuesto su adiós a Mario
Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. | Gtres
Isabel Preysler no está pasando una Navidad ni mucho menos tranquila. Su crisis con Mario Vargas Llosa ha derivado en una ruptura que ha ocasionado un impacto mediático muy importante en todo el país. La reina de corazones despedirá el 2022 soltera, como hace ocho años. En estos momentos, la actualidad pasa por las explicaciones que se dan desde uno y otro entorno.
La razón del adiós
Mucho se está hablando del detonante del romance entre el escritor y la socialité. Un deterioro de la relación, celos infundados, caracteres ciclotímicos o diferentes intereses se han utilizado como agravantes. Desde el círculo del Premio Nobel han sido muy contundentes a la hora de valorar la situación: «Son personas de dos mundos muy distintos», informan, en unas palabras para el diario El Mundo.
Se apunta a dos maneras de ver la vida diametralmente opuestas: «Eran incompatibles. A él le interesa la cultura y a ella el espectáculo. Hay un abismo entre ambos», continúan. Otro motivo que ha agrietado la relación es el supuesto hartazgo de Vargas Llosa a la hora de acudir a eventos en los que su expareja era la auténtica protagonista: «Él ya parecía sentirse incómodo viendo su imagen convertida en un adorno, en un reclamo para fiestas y hasta para el documental de la hija de Isabel, Tamara Falcó», apuntan.
Así las cosas, la versión oficial que se esgrime desde el entorno del peruano es la de un choque frontal entre el mundo de la cultura y el espectáculo, un ámbito en el que Isabel Preysler siempre ha sido una protagonista de excepción. No obstante, no siempre fue así ya que cuando comenzaron a salir él aceptó esa realidad: «Al principio, a Mario incluso le divirtió desde un punto de vista antropológico, aunque nunca estuvo cómodo en ese aspecto».
El día que Vargas Llosa dijo basta
Hubo un momento concreto en el pasado donde el premiado escritor dejó claro que no estaba nada a gusto dentro del mundillo de la crónica social. Fue en 2016, durante la rueda de presentación de una de sus obras. Vargas Llosa se dirigió a un reportero haciéndole una curiosa petición: «Si pudiera elegirlo no me gustaría aparecer en el Hola! Ahora aparezco en la revista por razones de tipo personal. Pero si usted tiene la receta para no aparecer, dígamelo».
La expareja de Isabel Preysler definió a la prensa del corazón como «frívola, sin valores estéticos y dominada por el carnaval de los embusteros», dijo haciendo valer su fina y cuidada retórica. Finalmente, ha conseguido desvincularse de este sector y quien lo conoce asegura que, lejos de estar apenado por perder el amor de la filipina, se encuentra «de buen ánimo y trabajando en una nueva novela».
¿E Isabel Preysler? Esa es la gran pregunta a estas horas. La ex de Julio Iglesias ha desaparecido completamente del mapa. Los reporteros se afanan en hacer guardias eternas en las puertas de su casa de Puerta de Hierro, pero sin recompensa. Desde su servicio doméstico se apunta a que está fuera de Madrid, pero no es una versión contrastada.
Las últimas noticias que se tuvieron de ella fueron cuando acudió a una boda, el fin de semana pasado, a la que ya no fue Mario. Algo que ahora cobra todo el sentido del mundo. Unas semanas antes se relajó con un viaje a las Islas Maldivas junto a Tamara Falcó (41), Ana Boyer (33) y su pareja, Fernando Verdasco (39), quienes viajaron con los dos pequeños, Miguel y Mateo, de 3 y 2 años, respectivamente, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE.
