Así es Eduardo Casanova cuando se apagan los focos: su vida personal, polémicas y parejas
El cineasta español está en boca de todos por ‘La Piedad’, pero más allá de eso hay un personaje público que genera opiniones para todos los gustos
No diga polémica, diga Eduardo Casanova. Quién nos iba a decir que aquel introvertido pero tenaz joven, que durante nueve años dio vida a Fidel en Aída, acabaría convertido en un director de cine en búsqueda de la revolución del séptimo arte. Eso es lo que ha buscado con el estreno de La Piedad, una película que ha generado un gran revuelo mediático y social, y que apenas se puede ver en tres cines de Madrid, tal y como te contamos en THE OBJECTIVE.
Mucho se está hablando y escribiendo sobre una cinta para la que la crítica no se pone de acuerdo, pero menos se comentan aspectos relacionados con su artífice. Nos referimos a todos los secretos que se esconden tras Eduardo Casanova, un hombre que prefiere mantener hermético un lado, el personal, en el que vamos a sumergirnos mediante estas líneas.
No está de más hacer una breve reseña profesional antes de ‘colarnos’ en su faceta personal. Nacido hace 32 años -los cumple en marzo- en Madrid, el director de cine ha seguido el camino lógico de muchos actores. Su mencionado papel en Aída y después en Gym Tony precedieron a la faceta como cineasta que muestra hoy en día. Antes de estrenar La Piedad debutó detrás de las cámaras con Pieles.
Eduardo Casanova en la intimidad
Conocida su parte más visible, surge una pregunta: ¿cómo es Casanova cuando nadie lo ve? Él pone difícil dar una respuesta porque no es nada amigo de dar detalles de su vida privada. Su pareja más conocida fue el maquillador catalán David Oliva, junto a quien mantuvo una relación de dos años que se terminó en noviembre de 2019.
La distancia -literal- entre ellos se esgrimió como el detonante de su ruptura, según se deslizó de su círculo íntimo, porque David viajaba con mucha frecuencia a Asia, algo que motivaba que pasaran demasiado tiempo separados.
Antes de esta relación, Eduardo Casanova mantuvo otro breve romance con el también maquillador Kley Kafe. Junto a este vivió un momento de lo más desagradable, cuando subieron por error una fotografía de ambos desnudos mientras practicaban sexo. El escándalo originado en redes sociales fue mayúsculo.
Cuando yo me enamoro, si mi novio se tira un pedo yo lo huelo. No me importa. Cuando amas a alguien los pedos no te dan asco. Me pasa a mí
Actualmente, comparte su vida con otra pareja que no ha dado a conocer, pero cuyas anécdotas íntimas y explícitas no tiene pudor en contar abiertamente: «Cuando yo me enamoro, si mi novio se tira un pedo yo lo huelo. No me importa. Cuando amas a alguien los pedos no te dan asco. Me pasa a mí», contó en su última participación en El Hormiguero.
A vueltas con los ‘haters’
A Eduardo Casanova le han llovido las críticas en determinados momentos de su vida, como en la pasada edición de los Premios Goya, cuando lució un llamativo traje de Mans Concept. Hubo varios usuarios de redes sociales que arremetieron contra el madrileño, quien no tuvo problemas en airear los duros comentarios que sufrió.
«Entre todos esos comentarios y aunque yo nunca me suelo pronunciar, no voy a consentir mensajes de profundo odio como el siguiente: ‘HDP devuelve el dinero que perdiste en tu mier** de película. Es dinero de todos, cínico, sidoso vividor», le escribieron. «La SEROFOBIA es muy peligrosa y contribuye aún más al estigma de las personas seropositivas», añadió.
Lo cierto es que es una persona sin filtro, con una desgarradora sinceridad que le impulsa a firmar controvertidas declaraciones, como las que ha hecho contra el ser humano, para promocionar su nuevo film: «Estaría muy bien acabar con la humanidad, pero como somos un puto virus, no va a pasar… Aunque haya una guerra horrible, que ya la hay. Aunque nos estemos muriendo, que nos morimos, nos reproduciremos». Con piedad o sin ella, simplemente Eduardo Casanova.