La 'dolce vita' de Eduardo Casanova en Puerto Rico mientras los cines fulminan su película
El polémico director de cine ha viajado a Culebra para promocionar el cine patrio justo cuando no se proyecta su película en las salas españolas
Han pasado dos meses desde que Eduardo Casanova intentó revolucionar el séptimo arte con La Piedad, una macabra cinta que exploraba el concepto de la maternidad desde el género de terror y la paranoia. Pero la involución paulatina que sufrió el filme ya se ha completado.
Actualmente, ningún cine de España incluye en su cartelera La Piedad. Desde su estreno, solo unas cuantas salas independientes a las grandes empresas de exhibición cinematográfica la proyectaban. Dicho de otro modo, un 5% del total. Ya, ni eso.
La reacción de Eduardo Casanova al hundimiento de ‘La Piedad’
¿Qué hace el creador de esta controvertida película mientras se apaga su proyecto más subvencionado e importante hasta la fecha? Disfrutar de la vida en Puerto Rico. Eduardo Casanova ha viajado unos días al Caribe por motivos profesionales: participar en la Semana del Cine Español. Resulta paradójico que esto suceda de manera simultánea a su declive particular en nuestro país.
Él mismo explica el rechazo que ha obtenido en su país de origen en una charla con la prensa puertorriqueña: «En España siempre he sido un personaje controvertido por mi trabajo. Pero es mi país y yo lo adoro. Es lo que pasa con tu familia en tu casa, que es donde se encargan de bajarte los humos, de decirte lo que haces bien y lo que haces mal. Pero eso pasa en las mejores familias», comentó a El Nuevo Día.
Paraíso, pero para unos pocos
Rechazos y fracasos aparte, lo cierto es que Eduardo Casanova está exprimiendo al máximo sus días en el archipiélago tropical. Gracias a su Instagram hemos podido saber que se está alojando en la isla de Culebra. Allí disfruta de una espectacular casa en medio de la selva, rodeada del Atlántico y el mar Caribe.
Detrás de este escenario paradisiaco se esconde una realidad muy diferente para quienes no son turistas. La población ‘culebrense’ carece de bienes básicos como supermercados, tiendas, farmacias, funerarias y tiendas.
De hecho, viven una dualidad con el transporte marítimo, convertido en su herramienta de sustento pero también en un hándicap. Los víveres y artículos de toda índole son mucho más caros que en islas más grandes. En clave ocio, apenas hay opciones de entretenimiento. Los 1792 habitantes que marca el último censo convierten en la ciudad en la que se aloja el cineasta español en el municipio con menor población de los 78 que componen Puerto Rico.
No obstante, el exintérprete de Aída ha tenido la oportunidad de adentrarse en el corazón de Culebra y observar el estilo de vida de sus residentes.
En cualquier caso, Eduardo Casanova está viviendo la cara amable de esta pequeña isla, la que experimenta el turista que busca relax y playas de ensueño.
Quién sabe si hará caso a Bad Bunny, uno de los puertorriqueños más ilustres, cuando le cantaba a su pueblo aquello de «yo no me quiero ir de aquí, no me quiero ir de aquí; que se vayan ellos, que se vayan ellos». Ya sabe que a su regreso todo será menos amable. Pero a estas alturas también sabrá que eso pasa en las mejores familias.