Esta es la jugosa herencia inmobiliaria que deja Sánchez Dragó
El escritor compró varios inmuebles en vida que ahora pasarán a sus cuatro hijos, herederos de más de 10 casas repartidas entre Soria y Madrid
Fernando Sánchez Dragó dio su último suspiro de vida el pasado lunes 10 de abril, a los 86 años de edad. Apenas unas horas antes había publicado una fotografía en Twitter jugueteando con su gato, pero un infarto se lo llevó por delante de manera inesperada. Se encontraba en su casa de Castilfrío de la Sierra, en la provincia de Soria, una pequeña y tranquila localidad del interior de la península donde el escritor vivió sus últimos años de vida, alejado del mundanal ruido de la gran ciudad.
Precisamente, esa fue la casa donde fue velado por familiares, compañeros y amigos como Santiago Abascal o Ramón Tamames. Y también el domicilio que encabeza una jugosa lista de propiedades inmobiliarias que pronto pasarán a manos de sus herederos universales.
El trotamundos enamorado de lo asiático y lo rural
No descubrimos nada nuevo si decimos que Sánchez Dragó era un tipo peculiar en varias facetas de su vida. Después de haber trabajado fuera de España durante varios años, en países tan variopintos como Kenia, Marruecos o Senegal, optó por afincarse en este recóndito pueblo soriano de apenas 40 habitantes.
Corría el año 1996 cuando adquirió la que fue su casa hasta el final de sus días. Una compra por la que desembolsó una cantidad de dinero irrisoria hoy en día en el mercado inmobiliario: «Perteneció a mi padrastro y se la compré a mis dos hermanos (Guillermo y María Elena) por tres millones de pesetas», explicaba él mismo en una entrevista con Tiempo.
Sánchez Dragó reformó y decoró la casa a su gusto, dotándola de esa inspiración oriental que tanto ha marcado su vida. Allí convivió con su por entonces mujer Naoko, y el hogar se convirtió en un museo de contrastes entre Oriente y Occidente.
Incluso, no dudó en darse autobombo al colocar una placa en la entrada que rezaba lo siguiente: «Aquí vive Fernando Sánchez Dragó, escritor y viajero, sivaíta, Caballero del Escarabajo y Gran Maestre de la Orden de Gea». Palabras mayores.
Esta propiedad cuenta con una superficie de 440 metros cuadrados. Su ubicación es muy próxima a la iglesia de Castilfrío de la Sierra y es la joya de la corona de una herencia fabulosa.
Las otras casas de Sánchez Dragó
Al margen de su casa de Soria, Sánchez Dragó lega un patrimonio inmobiliario con más de 10 propiedades que ahora pasarán a manos de los cuatro hijos que tuvo con otras tantas mujeres. El dinero que ganó con su pluma y siendo productor decidió invertirlo en casas repartidas entre Soria y Madrid.
También en el pueblo que lo vio morir compró, en 1998, la casa adyacente a la suya, de 370 metros cuadrados, con el sueño de abrir un hotel rural. Sus fantasías como promotor de edificaciones se proyectaron en una mística intención al adquirir unos terrenos próximos al cementerio donde descansan ya sus restos mortales.
«En estas majadas que acabo de comprar, de unos 1.500 metros cuadrados, quiero hacer un centro de estudios místicos. La gente podrá encontrar aquí Oriente en Soria. Será un lugar de reunión donde se impartirán cursos de yoga y tantranismo y conferencias sobre la nueva espiritualidad».
Sánchez Dragó también invirtió en Madrid. Tenía tres pisos en Malasaña y, además, adquirió en pleno barrio de Salamanca un piso de 40 metros cuadrados con el deseo de alquilarlo. Por si fuera poco, durante un tiempo fue empresario inmobiliario dedicado al arrendamiento de casas por cuenta propia.