La polémica ruptura entre Tamara Falcó y la marca que estaba haciéndole su vestido de novia, Sophie et Voilà, sigue candente. Tal y como te contamos en THE OBJECTIVE, la firma bilbaína anunció este martes por la mañana, a través de un contundente comunicado, que rescindía su acuerdo con la marquesa de Griñón para vestirla el próximo 8 de julio.
El escrito daba a entender, de forma explícita, que la marquesa de Griñón había pedido a las diseñadoras de la marca que plagiasen un vestido de otra marca, y ellas se negaron y por ello rompieron el contrato.
Desde entonces, no han parado de surgir informaciones al respecto y ya se habla del supuesto vestido que Tamara Falcó habría querido que copiasen, un Chanel expuesto en el Museo Metropolitano de Nueva York.
Este jueves, y tras negar la mayor, Tamara Falcó ha aparecido en El Hormiguero y ha dado más datos sobre la polémica. La colaboradora se ha mostrado muy sonriente y ha contado desde el principio cómo ha surgido este problema con la diseñadoras de la firma que había elegido en un primer momento.
Tamara Falcó da más explicaciones en ‘El Hormiguero’: «Fue muy incómodo y muy duro»
«Empezamos con estas diseñadoras y yo tenía en mente un vestido que ya había visto», explicaba, hablando del vestido que vio para su hermana cuando esta se iba a dar el ‘sí, quiero’ con Fernando Verdasco. «Estas chicas vinieron a casa de mi madre y me dijeron que les encantaba esta inspiración», añadía. A partir de ahí, todo correcto.
Fue cuando ella misma expresó la palabra ‘inspiración’ para referirse al vestido que ya tenía en mente cuando comenzaron los problemas, pues, como ya se había dicho, la segunda vez que se reunió con las modistas «el vestido había cambiado completamente. No me veía con ese vestido porque tenía unos volúmenes que no eran. Fue todo superincómodo y a partir de ahí, todo mal. Fue superduro».
Todo ya está en manos de sus abogados
Tamara Falcó también ha querido aclarar que ella no tenía un contrato con la firma para los vestidos de novia, sino «por el contrato de imagen en global» que duraba dos años.
Asimismo, ha explicado que sus abogados «pusieron que si a mí no me gustaba el modelo, no me tenía porqué casar con ese vestido» y entonces, cuando «se empezó a torcer la cosa, fue todo muy desagradable» porque «me desanimé»; y cuando ya estaba muy triste con todo esto, su abogado le preguntó si le gustaba el vestido y ella contestó un «no» rotundo.
Tamara Falcó también ha querido aclarar que ella no tenía un contrato con la firma para los vestidos de novia, sino «por el contrato de imagen en global» que duraba dos años
«Lo siguiente que sé es el comunicado de prensa», ha añadido, dejando a entrever que se enteró de que rompían la relación laboral por la prensa. «Lo que no me iba a casar es con un vestido de novia que no me gustaba», ha asegurado la colaboradora y ha mostrado su enfado porque «se han dicho cosas horribles que están en manos de mis abogados ahora mismo».
Ahora, la marquesa está «valorando» opciones de vestidos a dos meses de su boda.
Firmas que suenan
Al margen, Tamara Falcó se lo está tomando con calma. O al menos eso está dejando caer. «Eso ha sido la divina providencia y no hay mal que por bien no venga», ha dicho la marquesa, que pone al mal tiempo buena cara y se consuela tras la renuncia de Sophie et Voilà a diseñar su vestido de novia porque que si algo no le faltan desde que se confirmó que estaba compuesta y sin traje son ofertas.
Más de 50 diseñadores e importantísimas marcas —tanto nacionales como internacionales— se habrían puesto en contacto con ella y con su equipo para hacerle jugosas ofertas a cambio de que luzca uno de sus diseños el día de su boda con Íñigo Onieva.
La marquesa de Griñón guarda silencio por el momento y no desvela cuál será la firma elegida para diseñar su vestido de novia, aunque hay varias que suenan con especial fuerza: Valentino, Giambattista Valli, Dior y Carolina Herrera. Sin embargo, dudamos mucho que alguna de ellas esté dispuesta a pagar un céntimo a Tamara Falcó, porque no les hace nignuna falta.