El legado de Rafa Nadal: de su herencia fuera de las pistas al patrimonio que garantiza su futuro
Dentro de pocos meses y una vez confirme su retirada de las pistas, el tenista balear afrontará una nueva realidad para la que ya se prepara
Rafa Nadal | Gtres
La nostalgia nos invade después de que Rafa Nadal anunciase que 2024 será su último año como tenista en activo. La retirada lleva tiempo sobrevolando por su cabeza después de varias importantes lesiones y, aunque siempre hay realidades que uno le cuesta afrontar, toca hacerlo desde ya porque quizá sea lo más lógico.
Nadal no es eterno, pero en la retina de todos quedarán no solo su inigualable currículum de títulos, sino los valores que siempre ha transmitido desde que empezó a golpear a la bola. Coraje, esfuerzo, sacrificio, mentalidad ganadora o humildad son solo algunos de los que Rafa ha hecho gala durante su larguísima carrera deportiva.
Desde hace tiempo que el tenista balear tiene en la mente dedicar más tiempo a su mujer e hijo, ese que les ha robado cuando el apretado calendario de torneos se lo ha exigido. Ser un deportista de élite implica renunciar a una vida personal plena en la que se volcará una vez diga adiós a las pistas.
El Nadal más solidario
Fruto de los valores que le inculcaron desde pequeño, Rafa Nadal dejará un legado que va más allá del tenis. Y ese no es otro que la gran cantidad de labores humanitarias que ha protagonizado. Hablamos de esas iniciativas altruistas, sin ánimo de lucro, que han contribuido a engrandecer más su figura.
Que el deportista balear sea un ejemplo que seguir no es casualidad. En su beneficencia brilla con luz propia un momento que emocionó a todo el país: la ayuda que brindó a su tierra natal (Mallorca) durante las inundaciones que asolaron la isla en octubre de 2018.
Las lluvias torrenciales se cebaron con el archipiélago y Nadal no quiso quedar impasible. Primer, ofreció las instalaciones de su academia en Manacor para los que necesitaran alojamiento después del desastre. Pero después no dudó en remangarse, achicando agua y barro en la localidad de Sant Llorenç des Cardassar. La imagen es histórica.
El mismo espíritu solidario le llevó a abrir la fundación que lleva su nombre. Corría el año 2010 cuando Rafa Nadal apostó por la inclusión social de los más pequeños y por el ensalzamiento de los valores del deporte proyectados en la educación. A través de esta organización ha prestado ayuda a más de 6.100 niños, según los últimos datos recogidos. Y todo gracias, en parte, a la labor que hace su mujer en la misma.
Además ha abierto sedes en Valencia o en el madrileño barrio de Usera para centrarse en tres áreas de intervención: educativa y de refuerzo escolar, deportiva y psicosocial. Sus actuaciones benéficas no solo se limitan a España. Además de firmar acuerdos con la UNESCO, Rafa también ha dirigido iniciativas en la India junto a la Fundación Vicente Ferrer o en Estados Unidos.
Un futuro de oro
Solidaridad aparte, la retirada de Rafa Nadal no será un problema en lo económico. El tenista puede presumir de ser uno de los mejores deportistas españoles de la historia, sino el mejor. Un hecho que le ha convertido también en uno de los más ricos.
Solo en torneos, Rafa ganó 7,4 millones de euros en 2022. A eso hay que sumarle los patrocinios y demás fuentes de ingresos.
En ese punto se ubican su inversión en el grupo de restaurantes Tatel (cinco establecimientos) y la inmobiliaria de lujo Mabel, que constituyen dos de sus inversiones más potentes. En ambas junto al también balear Abel Matutes Prats y Manuel Campos Guallar, con una participación del 33%
Rafa Nadal gestiona su patrimonio a través de Aspemir Unipersonal SL, su sociedad paraguas. Esta acumula activos de 255 millones (2020). Asimismo, en dos sicav, el tenista tiene 58 millones (septiembre 2022). Por si fuera poco, hay que sumarle su cartera inmobiliaria valorada en 26 millones y siete empresas dedicadas a la producción e instalación de energías renovables.
Son solo algunos datos que sirven para comprender lo respaldados que están Rafa Nadal, Mery Perelló y el hijo de ambos. Por no hablar de su patrimonio inmobiliario, pero eso es otra historia.
