Toros y esquí, los puntos de fricción y que más tensión generan entre Felipe y Letizia
Los reyes siempre se han mostrado cómplices y muy unidos, pero no son ajenos a los desacuerdos en diversos asuntos que cualquier pareja tiene
Que don Felipe VI y doña Letizia forman un matrimonio unido y sólido es algo que no vamos a descubrir a estas alturas. Pero esa complicidad no va reñida con que de vez en cuando surja algunos puntos calientes que lleven a una fricción entre ambos. Pasa en todas las relaciones y hasta en las mejores familias.
En el caso de los reyes, los motivos más conflictivos responden a tres planes concretos: toros, esquí y viajes a Mallorca. Enumerados así es fácil empezar a sacar algunas conclusiones, pero todos tienen su miga detrás.
Letizia, antitaurina
Ni desde la barrera, ni desde su casa ni de ninguna manera. La reina Letizia dijo ‘no’ a los toros en 2009. Hace casi 15 años que no se la ve como público en las plazas. Los primeros años de la consorte de Felipe VI como miembro de la Familia Real española estuvieron marcados por su adaptación a las costumbres de los Borbones.
No es ningún secreto que al rey Juan Carlos I le apasiona la tauromaquia, una afición que ha transmitido tanto a sus hijos como a sus nietos. Letizia hizo de tripas corazón y acudió a unas cuatro corridas de toros, como la de la Beneficencia. Allí mostró una gran sintonía con por el entonces príncipe heredero al trono español.
Sin embargo, llegó un momento en el que se plantó y le dijo a Felipe que nunca más iría a una plaza de toros. Letizia estaba decidida a seguir «el impagable ejemplo de doña Sofía», como ella misma dijo. A la emérita tampoco le hacían demasiada gracia estos festejos. En el caso de la experiodista, siempre se ha sabido que es animalista, aunque nunca se ha postulado claramente sobre las corridas de toros. No obstante, su ausencia todos estos años habla por sí sola.
El esquí
La temporada de nieve es uno de los escenarios preferidos dentro del ocio del rey Felipe. Al monarca le apasiona el esquí. Tanto es así que son habituales las instantáneas de la familia real en Sierra Nevada y demás estaciones donde practicar este deporte.
El denominador común con los toros es que doña Letizia tampoco es demasiado fan de surcar las nieves. Por ello, ha dejado solo al rey en más de una ocasión. Por ejemplo, en 2014, el rey Felipe hacía una escapada en solitario a Formigal junto a un amigo y de la que no fue parte la madre de sus dos hijas. En 2015, estuvo en el 50º aniversario de la estación de Baqueira y, de nuevo, lo hizo sin su consorte.
Aunque de puertas para afuera pueda parecer que están alejados, el hacer planes por separado también es un buen indicador de la salud de la que goza una relación sentimental.
Las vacaciones que no lo son tanto
Por último, llegamos al tercer punto en discordia de Felipe y Letizia: Mallorca. De sobra conocida es la tradición de los Borbones de veranear en Palma. Por la residencia estival de Marivent han pasado un sinfín de rostros conocidos, pero a Letizia nunca le ha terminado de cuadrar.
Para la asturiana, la etapa en isla no era de descanso, sino de trabajo por todos los compromisos que los reyes acaparaban. De ahí aquella famosa frase que le contestó a la periodista Carmen Duerto: «¿Tú crees que esto son vacaciones?». De ahí nacieron las famosas vacaciones privadas de Felipe y Letizia.