El rey Juan Carlos y un anillo secreto: ¿para qué sirve la joya que ha lucido en Sangenjo?
Todas las miradas han ido a parar al dedo corazón de su mano izquierda, coronado por una joya nunca antes vista
Como cada año, el rey Juan Carlos ha regresado a España en la temporada estival para disfrutar de las regatas de Sangenjo. Después de un primer día en el que el Bribón quedaba en segunda posición, el padre de Felipe VI se ha coronado como vencedor de la regata XXIV Trofeo Hotel Carlos I Silgar.
Una victoria entre vítores
Durante su estancia en Sangenjo, Juan Carlos I se ha reencontrado con la infanta Elena, que se ha convertido en su apoyo incondicional. Debido a su pasión por la navegación, la hija de doña Sofía también se ha sumado a las regatas, a bordo de Alibabá II, capitaneado por Miguel Lago.
Una vez finalizada la competición, el exjefe del Estado ha recogido el galardón para después posar junto a la tripulación que comanda su anfitrión, Pedro Campos. Un momento en el que Juan Carlos I ha recibido una multitud de aplausos y vítores, mostrándose muy feliz por estar de nuevo en Galicia.
Los detalles de su viaje
Como ya se ha convertido en tradición, siempre que el rey regresa a su país acapara todas las miradas. En esta ocasión, lo más comentado no han sido solo sus problemas de movilidad, sino también su preocupante delgadez.
Desde hace tiempo, la salud de Juan Carlos ha sido tema de debate en la sociedad española. Pues, al residir en Abu Dabi, son contadas las ocasiones que se deja ver en público y, cuando esto sucede, llama la atención el cambio experimentado.
Parece que el paso de los años está haciendo mella en su estado físico, aunque siempre lo ha intentado solucionar con una sonrisa y dejándose ver feliz de estar de nuevo en España. Pero, esta vez, ha preferido mantener un perfil bajo en su reaparición.
Un misterioso anillo
Su interacción con los medios de comunicación se ha limitado a saludar con la mano y sonreír, en un intento de que su viaje esté marcado por la discreción. No obstante, hay un detalle que no ha pasado desapercibido para el ojo humano: su anillo.
Juan Carlos I siempre ha sido protagonista del papel couché por lucir joyas en sus manos, sobre todo en el dedo meñique de su mano izquierda. Tanto es así que, incluso, Jaime Peñafiel le dedicó un artículo titulado Historia del anillo de su dedo meñique en el que confesaba que el Rey nunca había lucido su anillo de casado.
Pero, más lejos de esta pasión coqueta que le caracteriza, el marido de doña Sofía ha incorporado en su colección un anillo inteligente con una función relacionada con su salud que luce en el dedo corazón de su mano izquierda.
¿Para qué sirve?
Como ha informado Jaleos, se trata de un anillo capaz de medir la frecuencia cardíaca, el sueño y las calorías quemadas. Una especie de reloj deportivo, pero más discreto y elegante -que ya lució en la graduación de Irene Urdangarin-.
Tal y como se puede leer en la firma creadora del anillo, Oura Rings, está fabricado con titanio ultraligero y revestido con una capa resistente a cualquier daño, incluso al agua. Una joya que ha sido diseñada para poder lucirla las 24 horas del día sin que se estropee.
Está pensado para llevarlo en el dedo corazón de la mano izquierda, donde las pulsaciones son más fuertes y, por tanto, más fáciles de medir. Su precio oscila entre los 300 y los 1.000 euros, dependiendo del modelo.
Pero no es la primera vez que lo vemos. Después de la pandemia, se hizo viral por ser capaz -presuntamente- de detectar el covid. Entonces, los jugadores de la NBA lo lucieron en un intento de mejorar su estado físico.
Asimismo, infinidad de rostros conocidos también se sumaron a la fiebre de Oura, incluidos miembros de la realeza. Carlos III o el príncipe Enrique se hicieron con este anillo, y ahora parece que Juan Carlos I lo ha incorporado a su colección de joyas.