Lidia Torrent nos revela su miedo en televisión: «Temía que pensaran que era por enchufismo»
La presentadora ha hablado con THE OBJECTIVE tras confirmarse su vuelta a una edición especial de ‘First Dates’
Lidia Torrent se sincera sobre su vuelta a la televisión. | Mediaset
Lidia Torrent ha decidido volver a la televisión. Lo hace, además, en uno de los mejores escenarios posibles; First Dates. La presentadora hará las veces de gobernanta en esta edición especial del programa de citas que se estrenará en los próximos meses. Esto supone su reaparición en la pequeña pantalla tras retirarse hace dos años en los que «se ha formado» y está preparada para enfrentarse a cualquier proyecto que se le ponga enfrente y, sobre todo, que le haga ilusión. Además, en este tiempo, también ha sido madre de la pequeña Elsa, un extremo que para su carrera personal y profesional será determinante. Aún así, tiene muy claro que la maternidad no será algo que frene sus proyectos profesionales. THE OBEJCTIVE ha podido hablar con Lidia de su vuelta a la televisión, de cómo afronta esta nueva etapa, de las críticas y, también, de los miedos que ha tenido en su carrera.
El hotel de First Dates está situado en un estupendo enclave; sol, agua cristalina y arena fina son los ingredientes para una de las localidades más bonitas cerca de Alicante. Allí es hasta donde se ha trasladado Lidia para estas dos semanas de grabación en la que, también, compartirá escena con Carlos Sobera o Arianna Aragón. Este nuevo proyecto ha sido una estupenda oportunidad para volver a la primera plana, después de estar un tiempo centrada en eventos publicitarios y en las redes sociales. Lidia se muestra como una persona muy cauta, segura de su camino y, también, de sus palabras. Así se lo trasmite a este periódico en una pequeña charla compartida con otros medios de comunicación en el impresionante resort donde pronto comenzarán a desarrollarse las citas, en las que la joven tendrá un papel fundamental.
Lidia Torrent y el relevo de su madre, Elsa Anka
«Este proyecto me hace mucha ilusión; volver a un formato en el que siento que he crecido», cuenta Lidia con cierta emoción. Se nota que todo lo que piensa y dice lo hace de forma sincera y, también, que en estos años, ha madurado mucho. Es por eso que su presencia en First Dates ha evolucionado; de camarera a gobernanta, es decir, la persona que está en la recepción del hotel, atendiendo a los daters y guiándolos hasta su mesa. Aún así, Lidia ya ha avisado que quiere estar «en todas partes», quiere ser parte de ese proceso que ella misma ha vivido, también, en sus carnes. «No me paro a pensar en el momento en el que comencé mi relación con Matías… Ocurrió así, fue maravilloso y tengo un bonito recuerdo», explica. Además, añade: «Es como si conoces a alguien en tu puesto de trabajo o en cualquier otro lugar».
La relación entre Lidia y Matías, el barman, duró un tiempo. Ahora, ya es cosa del pasado. Aunque, aún así, se llevan a la perfección. Hace dos años, la joven decidió marcharse a vivir nuevas aventuras lejos de ese restaurante del amor. Luego, le dio el relevo su madre, Elsa Anka, también como camarera. «Mi madre y yo hemos sido muy prudentes a la hora de dar consejos», comenta la joven. Además, ha reflexionado: «He intentado sanar muchas cosas de mi vida y sí que al principio sentí la presión de que iban a compararme mucho con mi madre. «Al principio, me condicionaba mucho que pudieran pensar que era enchufismo pero, ahora, estoy en otro plano en el que eso no tiene lugar», apostilla la presentadora.
Cómo han sido estos dos años tras dejar ‘First Dates’
En esta nueva etapa, Lidia ha echado de menos la televisión. «En estos años, he crecido y me he nutrido profesionalmente», cuenta. Además, está segura de que se ha convertido en un yo «más completo». Es por eso que está preparada para enfrentarse a cualquier cosa. Entre ellas, estaría dispuesta a presentar cualquier formato en la pequeña pantalla como puede ser Supervivientes e, incluso, Pekín Express. Aún así, todos estos proyectos deberán compaginarse con su vida personal, en la que se ha convertido en madre de la pequeña Elsa. «Mi hija me ha dado esa sensación de que ahora da sentido a todo lo que hay y todo lo que hago», se explica. Además, insiste, en cada vez que sale de casa, le dice «todo esto lo estoy haciendo por ti».
Es por eso que esta faceta no le frenará a la hora de decir ‘sí’ o ‘no’ a los distintos proyectos profesionales que puedan aparecer tanto en un futuro cercano como lejano. «Ser madre es algo que he querido toda la vida pero no es todo lo que me hace sentir realizada», opina. Y es por eso porque lo que afirma muy tajantemente: «Si solo soy mamá, probablemente no seré feliz». También, en estos últimos meses, Lidia se ha tenido que enfrentar a varias críticas sobre cómo lleva la maternidad, sobre todo después de incorporarse a su trabajo apenas diez días después de dar a luz. «Soy muy crítica conmigo misma pero no me siento culpable o no me cuestiono mucho sobre mi papel de madre», insiste.
Su maternidad
Además, afirma: «Estoy tan presente, tanto con ella, la maternidad no me hace cuestionarme, todas las críticas que recibo sobre ello no me importa». También, se muestra muy clara sobre si ese tipo de comentarios pueden llegar a afectarle o no. «Hay veces que sí te puede desestabilizar porque todos somos seres humanos y podemos estar en horas bajas», cuenta. Ahora, la presentadora está feliz, segura del camino que está recorriendo y con mucha ilusión para los meses venideros. Es por eso que, aunque quiere centrarse en televisión, sí que es cierto que seguirá volcándose en el mundo de la publicidad y de las redes sociales. Aunque eso sí, este último, que últimamente está tan de moda no le llena del todo. «No me siento creadora de contenido y no siento que sea como mi puerto-destino», concreta.
Aunque eso sí, no le cierra las puertas a nada en esta vida. Lidia está segura que ese buen rollo, esa «buena sinergia» que se ha creado junto a sus compañeros se va a transmitir más allá de la pantalla y será capaz, no solamente de conseguir que la gente se enamore, sino que, también, los espectadores vuelvan a creer en el amor.
