La continua vida de amenazas de Amalia de Holanda: su 'bajón' emocional y cómo le afecta
La princesa de los Países Bajos ha sufrido varios sustos, en los últimos días, que han comprometido su seguridad
La princesa Amalia, en una foto de archivo. | Gtres
Amalia de Holanda no está pasando un buen momento. La heredera al trono de los Países Bajos lleva años recibiendo graves amenazas que han hecho que su situación preocupe a los equipos de seguridad holandeses y a su propia familia. Esta es la razón fundamental por la que se mudó a Madrid, a estudiar un trimestre en una de las universidades más exclusivas de la ciudad, donde, además, contó con el apoyo de la reina Letizia. Los monarcas españoles tienen muy buena relación con la Familia Real de los Países Bajos y, por eso, coinciden siempre que pueden. Aún así, parece ser que su paso por la capital no ha hecho que su vida vuelva a ser normal.
Hace unos años, Amalia tuvo que cambiar sus rutinas para poder proteger su integridad física. Así, se recluyó en el palacio Huis ten Bosch, de La Haya, donde también viven sus padres y su hermana pequeña. Lo hizo tras mudarse desde Ámsterdam, donde residía, porque las amenazas ya se habían convertido en algo rutinario. Su cambio de vida fue un auténtico shock en su vida, por el que, además, estuvo bastante triste. Ahora, su seguridad sigue en el punto de mira, sobre todo después de que se haya detenido a cinco jóvenes que perseguían el coche de la heredera al trono.
El último susto de Amalia de Holanda
Cuando la seguridad de la princesa se percató del suceso paró el coche que les estaba siguiendo y detuvo a sus ocupantes que han pasado la noche en el calabozo. Tras una investigación, la Policía se dio cuenta que las personas que iban en el coche no estaban siguiendo a Amalia, sino que era un grupo de amigos que se dirigían a disfrutar de su fin de semana. «Mi cliente y sus amigos agradecerían enormemente que hubiera algún reconocimiento o reparación generosa por parte de la familia real. Al fin y al cabo, fueron sus servicios de seguridad los que avisaron a los belgas», ha expresado el abogado de uno de ellos pidiendo una compensación económica.
Sí que es cierto que lo que ha sucedido estos últimos años ha puesto la seguridad de la princesa en el punto de mira, sobre todo teniendo en cuenta que eran casos reales que amenazaban su integridad física. «El año pasado las circunstancias hicieron que residiera en Madrid. Y desde allí pudo continuar sus estudios en la Universidad de Ámsterdam. Todo ello fue posible gracias a la afectuosa dedicación de un gran número de sus conciudadanos y de sus Majestades. Fue una conmovedora prueba de amistad en un periodo difícil. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a sus Majestades», explicó la propia Amalia. Sí que es cierto que con la detención del líder de la Mocro Maffia, tanto Guillermo como Máxima respiraron con cierta tranquilidad.
Sus problemas de seguridad
Aún así, la tranquilidad no duró mucho tiempo. Al poco de ser detenido, Karim Bouyakhrichan huyó mientras se encontraba en libertad provisional y todavía no han logrado dar con su paradero. En este último mes, además, la princesa sufrió otro susto cuando, desde su seguridad privada, tuvieron que llamar a la Policía porque había dos narcotraficantes, conocidos por los agentes, en su edificio. «La policía quería que los dos hombres salieran con ellos del edificio, pero ellos se negaron. La situación se volvió un poco incómoda, con un tenso altercado y forcejeo entre los hombres y la policía», argumentaron. Recientemente, sí que es cierto que la hija mayor de Máxima y Guillermo ha podido ir recuperando su vida poco a poco.
Es por eso que ya puede salir con sus amigos y abandonar el palacio familiar con cierta facilidad. Aunque eso sí, la princesa no podrá recuperar aquellos momentos que perdió por su encierro en La Haya. «Esas amenazas tienen consecuencias importantes en su vida. No puede salir. Es muy difícil para ella. No hay vida estudiantil para Amalia como la que tienen otros estudiantes», confesó su padre. La joven estudia Política, Psicología, Derecho y Económicas en la Universidad de Ámsterdam, por lo que decidió mudarse a la ciudad. Una decisión que tuvo que cambiar apresuradamente. Ahora, tiene que recorrerse más de 150 kilómetros cada día para ir y volver a la escuela.
En todo este tiempo, sus padres se han mostrado muy orgullosos de ella. «Tiene consecuencias realmente grandes para ella, creo que es realmente muy valiente», ha contado la reina Máxima. Una opinión a la que se une su marido, quien también ha hablado de lo bien que lo está haciendo la heredera al trono.
