Por qué Laura Mattarella acompaña a su padre, presidente de Italia, en los actos con los Reyes
La hija del Presidente ejerce de primera dama desde 2015 cuando su padre alcanzó el máximo puesto en el Gobierno

Laura Mattarella junto a la reina Letizia. | Gtres
En estos últimos dos días, Laura Mattarella, la hija de Sergio Mattarella, se ha visto obligada a desarrollar las funciones de primera dama y acompañar, así, a los Reyes en su viaje por Italia. Es por eso que hemos podido ver a la mujer junto a la reina y, también, acompañando a Felipe y a su madre en los distintos actos. La visita de los Reyes por Italia comenzó el pasado 10 de diciembre cuando ambos aterrizaron en Roma. En estos dos días, los dos Reyes se han tenido que enfrentar a infinidad de actos públicos que han copado su agenda. Así, se han reunido con Giorgia Meloni, con el propio presidente de la República y, también, con distintas asociaciones de carácter social.
En todos ellos, Laura ha ocupado un lugar de suma importancia, ya que se ha convertido en la mano derecha de su progenitor. Así, una de las imágenes más icónicas del viaje de los monarcas está protagonizada por ella, junto a la reina, en la que se puede ver a ambas charlar tranquilamente. Lo cierto es que Laura también ha estado presente en la cena de gala que se ofreció en honor a los monarcas en la noche de este mismo miércoles. Esta no es la primera que ver que Laura ejerce como primera dama, una función repetida desde que su padre se convirtió en presidente de Italia en enero de 2015.
Quién es Laura, la hija de Sergio Mattarella, presidente de Italia

Pero ¿por qué ejerce Laura Mattarella como primera dama? La respuesta es sencilla. En 2012, tres años antes de que Mattarella se convirtiera en el presidente del país, el político enviudó. Esto ha hecho que no haya una primera dama oficial y que sea la mujer quien desarrolle las actividades pertinentes durante estos nueve años. El objetivo de Laura ha sido siempre el de no dejar solo a su progenitor y es por eso que le ha acompañado a distintos viajes oficiales y actos institucionales, tanto nacionales como internacionales. Aunque eso sí, parece ser que Laura no tiene del todo asumida su postura y su presencia se considera más una obligación que devoción.
Sobre todo porque no es muy amiga de posar ante las cámaras y cumple con sus funciones siempre con sobresaliente pero sin resaltar más de la cuenta ni llamar la atención. Antes de ocupar el Palacio del Quirinal, Laura llevaba una vida totalmente normal, centrada en su trabajo y en su familia. Es por eso que, ahora, su intención es la de pasar desapercibida, algo que refleja con su personalidad y sus looks. Durante estos casi diez años ha intentado mantenerse entre su nueva vida pública y su anterior etapa, más personal y privada. Una vida a la que tendrá que volver en el momento en el que Mattarella deje de ser presidente del país. Será ese el momento en el que Laura pueda retomar la abogacía, la carrera que ha ejercido durante casi toda su vida.
Su vida antes de ser primera dama

La mujer se casó hace años con Cosimo Comella con quien, además, ha tenido tres hijos. Nació de la relación de su padre con Marisa Chiazzese y se formó como abogada administrativa. Cuando su padre se convirtió en Presidente decidió abandonar sus funciones para desempeñar aquellas que tienen que ver con los actos protocolarios del Gobierno. Su abuelo, Bernardo, fue ministro varias veces y su tío fue asesinado por Cosa nostra mientras era presidente de la región siciliana. Su abuelo materno era jurista. Laura ha sido la tercera mujer, no esposa del Presidente, en asumir el cargo de primera dama. El primer evento público en el que participó fue en la recepción para el Día de la República en 2015. Ese mismo año participó en la visita de Estado en Vietnam. Un año más tarde, visitó Camerún y en 2017 en Argentina.
En 2018 viajó hasta Azerbaiyán y, luego, a Armenia. En todo este tiempo, además, ha pasado por Ammán, San Francisco, París y el Festival de San Remo. En este último acto se incorporó para celebrar los 75 años de la Constitución italiana y fue la primera participación de un presidente de la República y consorte a este evento. Además, al igual que cualquier otra primera dama, está muy volcada con aquellas causas sociales y humanitarias, así como la concesión del premio Marisa Bellisario, otorgado a aquellas mujeres en las que se le distingue en la profesión, gestión, ciencia, economía y vida social, tanto italiana como internacional.