Los paralelismos entre Leonor y Felipe VI al embarcar en Elcano casi 40 años después
Leonor comienza en unos días el mismo viaje en Elcano que realizó su padre Felipe VI en 1987 y, también, su abuelo
Leonor comienza en unos días el mismo viaje en Elcano que realizó su padre Felipe VI en 1986. | Gtres
Comienza una de las experiencias más especiales de la formación militar de Leonor. La princesa se embarca este miércoles en el buque escuela Juan Sebastián Elcano para realizar un crucero de formación hasta el próximo mes de junio. Esta travesía es un ejercicio fundamental que forjará su carácter y asentará los conocimientos que ha adquirido estos meses en la escuela de Marín. Serán casi seis meses en alta mar y trece paradas en puertos internacionales para culminar la etapa de la heredera en la Armada, antes de ingresar en el Ejército del Aire y el Espacio.
Desde 1927 todos los marines participan en esta aventura como parte del itinerario de su formación y Leonor no iba a ser menos. Ya está acostumbrada a vivir fuera de casa, lejos de su familia e incluso en otro país, pero esta será la primera estancia de larga duración que haga en el mar. Ante este reto se ha apoyado en el ejemplo de su padre, quien también se subió a Elcano en 1987. Hace casi 40 años superó su instrucción siendo «un ejemplo para sus compañeros… por participar en toda clase de ejercicios y maniobras con buen talante y humor», como describió su tutor José Antonio Alcina en un libro sobre aquellos años. Ahora es el turno de su hija mayor que nos dejará algunas imágenes similares a las vividas en aquel enero.
Leonor se despide hasta el próximo verano
El 7 de enero de 1987, Felipe de Borbón llegó al puerto de Cádiz para preparar su inminente embarco en el buque escuela. Un día después de la Pascua Militar en Madrid, la Familia Real al completo acudió al puerto a despedir al entonces Príncipe de Asturias. Los reyes Juan Carlos y Sofía, las infantas Cristina y Elena y Juan de Borbón acompañaron al joven en estos últimos momentos en tierra. Leonor en cambio ha podido disfrutar de un día libre entre ambos eventos y completar el único equipaje que llevará a su camarote durante casi seis meses. Está previsto en la agenda de Casa Real que Felipe y Letizia acudan a despedir a su hija y podríamos contar también con la presencia de la infanta Sofía y la reina emérita Sofía, que nunca se retienen al darle su apoyo a la joven.
Hasta que el barco zarpe el próximo 11 de enero, Leonor empezará a realizar algún trabajo dentro del barco junto al resto de guardiamarinas además de recibir las premisas básicas de comportamiento a bordo. Hace 40 años Felipe vivió estos días con especial seriedad, había recibido la medalla de oro de la ciudad de Cádiz y la placa de oro de la provincia antes de zarpar junto con sus 318 compañeros de promoción. «Seguramente su mente iba pensando en el momento de volver a bajarse del pedestal y ser de nuevo el guardiamarina Borbón, dispuesto a reencontrarse con sus amigos y profesores, suboficiales y marineros, que le esperaban con expectación inusitada», citaba Alcina. Aprovechó esos últimos momentos para disfrutar de su familia en la fiesta de despedida que se ofreció en el Club Naval de San Fernando y comprar algunos enseres como jabón, calcetines, cuchillas de afeitar y pilas para su radio portátil.
Un cumpleaños, 7 países y un presidente
Leonor se embarcará habiendo cumplido 19 años en octubre, pero cuando su padre participó en este crucero vivió este cumpleaños en pleno viaje. Aquel 30 de enero de 1987 «el comandante no pudo resistirse a ofrecer una copa de vino en la toldilla y hacerle entrega de unos obsequios por parte de sus compañeros». Dentro del buque era uno más y se hacía llamar el guardamarina Borbón, como lo hace ahora su hija como guardamarina Borbón Ortiz, pero en ocasiones especiales debía recuperar su estatus real. Al visitar algún puerto internacional como parte del itinerario de la travesía el príncipe debía encontrarse con los mandatarios del lugar en nombre de la corona española. Uno de estos actos le llevó a conocer al presidente de Estados Unidos, Ronal Reagan, en su parada en el puerto de Baltimore. También Leonor vivirá estas obligaciones como princesa en cada país que visite en Elcano.
Respecto a los puertos visitados, princesa y rey coincidirán en cuatro. Además de Cádiz, Felipe visitó Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Montevideo y Santo Domingo, igual que Leonor. El itinerario seguido en 1987 fue la ciudad gaditana, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Río de Janeiro, Buenos Aires, Montevideo, Salvador de Bahía, Santo Domingo y Baltimore. En 2025 el viaje será más amplio y después de los puertos canarios añade nuevos destinos como Punta Arenas, Valparaíso, El Callao, Panamá, Cartagena de Indias-Santa Marta, Santo Domingo y Nueva York, volviendo en Gijón y Marín. Al igual que su padre, Leonor no volverá desde la ciudad americana a España en barco con sus compañeros sino en avión, reuniéndose con ellos en Marín para la entrega de despachos y el día de la Virgen del Carmen.
Padre e hija unidos por Elcano
Dentro del barco padre e hija también coincidirán en su horario y las actividades que allí realicen. La jornada a bordo de Elcano comienza a las siete de la mañana y termina a las diez de la noche, cuando según contaron entonces sus superiores Felipe caía «rendido y muerto de sueño» en su litera, la número 35. El día consistía en una combinación de obligaciones militares y formativas que incluían observaciones astronómicas para calcular posiciones, gimnasia, hasta seis guardias diarias en cubierta, y asistir a las clases diarias de un intenso programa de estudios que incluía clases de navegación, astronomía, maniobra, prácticas de máquinas, geografía marítima, historia naval, organización y régimen interior, técnicas de expresión, e inglés.
En estos meses de viaje Leonor contará con la compañía de otras 7 mujeres guardamarinas con las que compartirá camarote y baño, del total de 76 jóvenes que forman su promoción. Felipe VI solo tenía compañeros hombres, ya que la integración de las mujeres llegó a partir de un cambio legal en 1988. En este tiempo los aspirantes a oficiales de la marina española vivirán alejados de sus familias, aunque Leonor tendrá una cara conocida en uno de los puertos. A su paso por Nueva York podría recibir la visita de Gabriel Giacomelli, el amigo más especial que hizo en su etapa en Gales. La pareja se ha vuelto a ver después de terminar el bachillerato en el internado inglés, aunque viven a kilómetros de distancia entre España y Nueva York, donde el joven se encuentra estudiando.
