Conociendo a Goyo Jiménez: su mujer Paloma, su pasado en la Legión y su 'selfie' con los Reyes
El humorista y actor pone el broche de oro a la semana de ‘El hormiguero’, donde hablará de ‘Tu cara me suena’

El humorista Goyo Jiménez y su mujer Paloma Mefer. | Gtres
Goyo Jiménez cierra la semana de El hormiguero con su visita en esta noche de jueves. El humorista es un habitual en el plató de las hormigas y ya ha demostrado que su presencia trae consigo momentos inolvidables. Hace un mes que se anunció su próxima participación en el concurso televisivo Tu cara me suena, por lo que no faltará en su entrevista algún comentario sobre sus habilidades musicales. «Goyo, este es tu nuevo escenario», le animan desde las redes sociales del talent de Antena 3. Este cómico de 55 años lleva toda una vida haciendo reír al público, además de ejercer de actor, director de teatro y cine, guionista y presentador para las principales cadenas de la televisión nacional.
Comenzó su andadura en la comedia en el año 1988. Desde entonces ha levantando una sonrisa de la mano de El club de la comedia, La hora de José Mota o Zapeando en La sexta. Sus primeros monólogos siguen siendo relevantes hoy en día, como 5hombres.com y Los irrepetibles de Amstel. Otros favoritos del público han sido Canis, Los americanos o Ligar en EE. UU. Goyo se ha declarado un experto en asuntos americanos, un tema que suele llevar desde el conocimiento al humor. Ha dado la vuelta al país varias veces con sus espectáculos. Ahora se encuentra en el Teatro Capitol con Misery Class hasta finales de abril.
El éxito de Goyo Jiménez
Nació el 31 de enero de 1970, por lo que acaba de celebrar sus 55 años. Su nombre completo es Gregorio Jiménez Tornero, pero se le conoce artísticamente como ‘Goyo’. Tiene ascendencia gitana y una abuela gallega, además de historial familiar que le llevó a crecer en Albacete. Su ‘humor manchego’ es el mayor éxito de su carrera, aunque él mismo prefiere sus años de teatro. Estudió derecho y arte dramático, y se ha labrado un reconocimiento en la televisión. Le hemos visto en programas como Y ahora Sonsoles y Órbita Laika y películas de todos los tonos, como Torrente 4: Lethal Crisis, El pregón y Ni de coña.
Lleva más de treinta años sobre los escenarios y así ha hecho reír a un gran público. Sus 139 mil seguidores en Instagram sirven de guía para imaginar a cuántas personas ha llegado con sus monólogos, programas y obras de teatro. Lo que no es tan fácil de imaginar es que entre sus seguidores se encuentren los mismos reyes Felipe y Letizia. En 2017 se hizo evidente que los monarcas disfrutan del registro de Goyo, cuando acudieron a los Cines Callao para disfrutar de su show Bytheway. «No quepo en mí», escribía el actor en Twitter. Este no fue su primer encuentro, porque en 2015 ya se habían visto en la entrega del premio FameLab al mejor monólogo científico. Allí se hicieron el primer selfie y se hizo patente el gusto de los Reyes por las artes escénicas.
El manchego que nació en Melilla
Uno de los puntos más llamativos de la vida de Goyo Jiménez es que nació en Melilla, aunque creciera en Albacete. Su padre era militar de la Legión y pasó una época destinado en la ciudad africana, donde trasladó temporalmente a su familia. El propio humorista comentó esta peculiar infancia en una entrevista en Cope. Allí confesó que gracias a su padre le «gusta mucho la historia militar y las armas, como curiosidad científica, no para usarlas. En su momento me lo planté». Cuando se acercaba el momento de elegir un futuro profesional, su padre insistió en que ‘lo suyo eran otras cosas’ y encauzó su carrera hacia la interpretación de forma definitiva.
Su faceta personal no se queda atrás y el manchego también puede presumir de su versión romántica. Está casado con la fotógrafa Paloma Mefer desde 2016, por lo que están preparando su décimo aniversario para el año que viene. Uno de los momentos más aclamados de su historia de amor fue la petición de mano. Goyo paró una de sus funciones teatrales para invitar a su novia al escenario y proyectar fotografías de la pareja. Se arrodilló ante todo el público y le pidió unir sus vidas para siempre. Tras la boda se fueron de luna de miel a Cuba y a día de hoy mantienen el cariño del primero día.
Paloma Mefer es su amor y compañera
En lo profesional se unen para asistir a los eventos como pareja, aunque en las redes sociales llevan su matrimonio con una mayor discreción. También comparten espacio de trabajo. «Ahora trabajo mano a mano -y a tiempo completo- con mi mejor amigo y compañero de vida. En definitiva, ahora tengo menos tiempo para hacer trabajo fotográfico», confesaba Paloma en su perfil público. Es habitual que se manden mensajes a través de las redes, mostrando lo mucho que se quieren y el orgullo que se hacen sentir de forma mutua.