Jacobo, el nieto de Isabel II que se parece a Pablo Urdangarin y nunca será príncipe
El joven ha hecho acto de presencia en la misa de Pascua en el Castillo de Windsor en la que ha acaparado las miradas

Jacobo, este mismo fin de semana. | Gtres
El pasado fin de semana ha sido uno de los días más importantes para la Familia Real británica. La mayoría de sus miembros, con la clara ausencia de Kate Middleton y Guillermo de Inglaterra, se reunieron en la tradicional misa de Pascua a la que no faltó ni el rey Carlos ni tampoco su hermano Andrés, lo que hizo que levantara ampollas. Y es que las miradas no solamente estuvieron centradas en el príncipe sino que, también, se posaron sobre Jacobo, el hijo menor y único varón de Eduardo de Edimburgo, el hermano del monarca. Y es que hacía un tiempo que no veíamos al joven quien ha crecido mucho y cada vez tiene más parecido físico con sus padres y especialmente con Pablo Urdangarin.
Jacobo Mountbatten-Windsor nació a finales de 2007 en la ciudad de Londres bajo el nombre dude James Alexanfer Philip Theo. Su hermana es Lady Luisa Windsor, quien es cuatro años mayor que él y se ha convertido en uno de los rostros más conocidos de la Casa Real. La joven se marchó hace unos meses de la casa familiar para estudiar fuera, donde residen tanto Jacobo como sus padres. Concretamente lo hacen en una bonita casa en Bagshot Park en la localidad de Surrey. Jacobo fue bautizado en abril de 2008 en la capilla privada del castillo de Windsor donde, por ejemplo, se casaron sus primas o se celebró la mencionada homilía.
Jacobo, el nieto de Isabel II más desconocido
Jacobo ha asistido al colegio Eagle, una escuela mixta en Berkshire, al lado de su casa. Luego, se cambió, para estudiar secundaria, al Willington College, en la misma localidad. Tras su nacimiento, haciendo caso a lo nombrado a principios de 1900, Jacobo tiene el tratamiento de Alteza Real considerado como Su Alteza Real el príncipe Jacobo de Edimburgo. Además, también se le adjudicó el título de príncipe. Tras la boda de sus padres, estos decidieron que a sus hijos se les otorgara el título de conde, ya que, en en ese momento, Eduardo era conde de Wessex. Es por eso que se le otorgó el título de vizconde Severn.
En todo este tiempo, Jacobo ha recibido distintas condecoraciones. La primera de ellas fue la Medalla conmemorativa del Jubileo de Diamante de Isabel II, que se le fue otorgada en 2012. Diez años más tarde recibió la Medalla conmemorativa del Jubileo Platino de Isabel II. El deseo de sus padres siempre fue protegerle de los medios de comunicación. Es por eso que decidieron que se deshiciera del tratamiento de Su Alteza Real. Sobre todo porque tienen muy claro que su figura no influirá en la Corona. Y es que Jacobo es el decimoquinto miembro en la línea de sucesión al trono, por lo que su rol dentro de la Familia Real es más que secundario.
Nunca será príncipe por decisión de sus padres

Aunque siempre con un carácter tímido y dispuesto a pasar desapercibido -una actitud muy parecida a la del hijo de la infanta Cristina-, Jacobo acudió al funeral de su abuela en 2022. También, ha estado presente en algunos que otros desfiles del Jubileo que ha viso desde el balcón del Palacio de Buckingham. Aunque eso sí, su deseo ha sido siempre el de ser lo más discreto posible. Algo que ha conseguido al mostrar cierta distancia con la Casa Real y a la ayuda de sus padres. Su progenitor, Eduardo, nació hace 61 años. Estudió Historia e hizo su formación militar. Fue a principios de los años 90 cuando conoció a la que sería su mujer durante un partido de tenis benéfico. Seis años más tarde se anunció su compromiso. Ambos se casaron en el Castillo de Windsor y, tras su boda, la reina le concedió a Eduardo los títulos de conde de Wessex y vizconde Severn.

De forma general, los hijos del Rey reciben el título de duque que es más alto que conde. En ese momento se comunicó a Eduardo que recibiría el título de su padre, el ducado de Edimburgo, cuando estuviera disponible. Tras esto, tanto Jacobo como Lady Luisa decidieron no utilizar el título de príncipe o princesa, decantándose por el de hijos de condes. Aunque eso sí, son miembros de la Familia Real y pueden reclamar sus títulos cuando ellos deseen. Cuando su padre murió, Eduardo decidió retirarse de la vida pública. A finales de los años 90, junto a su mujer, crearon la fundación The Wessex Youth Trust para ayudar a jóvenes y niños. Gracias a esta, patrocinan distintas asociaciones sociales. En 2013, Isabel II le nombro Lord de alto comisionado en la asamblea general de la Iglesia de Escocia.
Tras el fallecimiento de su padre, su título pasó a su primogénito, el que era príncipe Carlos. Aunque eso sí, Felipe de Edimburgo había pedido, de forma expresa, que este título recayera en Eduardo. Así, en 2023, en el día de su cumpleaños, el monarca decidió darle el título de su fallecido padre, tal y como él quería. Desde ese momento, Eduardo y su esposa pasaron a ser el duque y la duquesa de Edimburgo a título vitalicio.