La otra cara de Zapatero: vida acomodada en Valdemarín y dos hijas emprendedoras

José Luis Rodríguez Zapatero está en el punto de mira por las revelaciones del comisionista Víctor de Aldama, quien asegura tener sobres que contienen presuntamente información de extraordinaria sensibilidad, vinculada directamente con el expresidente del Gobierno. Además, se especula con que Zapatero podría aparecer en audios recogidos en informes realizados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, aunque aún no hay ninguna prueba que lo confirme. Dichos informes están relacionados con la llamada judicialmente ‘Operación Delorme’, en la que se investiga el presunto cobro de comisiones ilegales en contratos públicos y la concesión de licencias en el sector energético.

Mientras todo esto se resuelve, la vida actual del exlíder del PSOE sigue su curso y se reparte entre el compromiso con causas sociales, la mediación internacional y una tranquila vida familiar en Madrid, junto a su esposa, Sonsoles Espinosa.

Zapatero se reinventó fuera de la política

Desde que abandonó la primera línea política en 2011, Zapatero ha sabido reinventarse. Aunque formalmente dejó el Consejo de Estado en 2015, no ha desaparecido del debate público. Muy al contrario, ha ocupado espacios clave en la diplomacia no oficial, especialmente como mediador en conflictos políticos en América Latina.

Especialmente, ha desempeñado un papel clave como facilitador en las relaciones con Venezuela, colaborando activamente con UNASUR. Además, mantiene vínculos sólidos tanto con China como con América Latina, actuando como presidente del consejo asesor del centro de pensamiento GateCenter y siendo integrante del Grupo de Puebla, donde promueve el diálogo entre Asia, América Latina y Europa. Su cercanía con Pedro Sánchez también ha sido notoria, participando en diversos actos públicos, incluidas campañas en el País Vasco y Cataluña, así como en su precampaña electoral. Preside además el consejo consultivo de ONUART, una entidad con lazos con Naciones Unidas. Asimismo, frecuentemente dicta conferencias en universidades latinoamericanas y asiste a foros enfocados en democracia, derechos humanos y temas geopolíticos.

Una vida personal acomodada y marcada por la privacidad

En lo personal, Rodríguez Zapatero ha optado por una vida privada discreta, alejada del escaparate mediático. Vive en una vivienda situada en la exclusiva zona residencial de Madrid, Valdemarín, valorada en alrededor de dos millones de euros, junto a Sonsoles Espinosa, su esposa desde 1990 y madre de sus dos hijas: Laura y Alba.

Sonsoles, licenciada en Derecho y cantante lírica, ha evitado siempre la exposición pública. Durante su etapa como primera dama, mantuvo una actitud reservada y distante del protagonismo político, y hoy sigue siendo una presencia serena al lado de su marido. En la actualidad, está centrada en su carrera como soprano. Las hijas del matrimonio, ya adultas, también han optado por una vida fuera del foco, centradas en sus carreras y estudios.

El emprendimiento de sus hijas, Laura y Alba

Desde que su padre dejara la presidencia, tanto Laura como Alba Rodríguez Espinosa han seguido caminos alejados de la política, pero muy ligados al mundo de la creatividad, la tecnología y el emprendimiento. Aunque crecieron bajo el foco mediático, especialmente durante los años en La Moncloa, hoy cultivan una vida mucho más discreta, centradas en su proyecto profesional conjunto: la agencia de contenidos digitales y eSports Whathefav.

Laura, la mayor, nacida en 1993, fue quien dio el primer paso hacia el sector audiovisual. Estudió Comunicación, Imagen y Sonido en el centro CEV y pasó por medios como Real Madrid TV. También trabajó en producción en la conocida discoteca Kapital de Madrid. En 2019 decidió fundar Whathefav, una agencia centrada en marketing digital y producción de contenidos relacionados con los videojuegos y la cultura juvenil. Su hermana Alba, nacida en 1995, se sumó al proyecto en 2023 como socia y productora, aportando su formación en Comunicación Audiovisual y Artes Escénicas, adquirida en la Universidad Europea de Madrid. Alba también ha trabajado en el ámbito cinematográfico, participando en labores técnicas en películas como Lú Belmonte.

La empresa ha crecido con fuerza en los últimos años. En 2023 registró una facturación cercana a los 400.000 euros, con beneficios netos que superaron los 100.000, recoge Infobae. Parte de ese éxito se ha traducido en dividendos repartidos entre las hermanas, que han invertido parte de sus ingresos en patrimonio, como un piso recientemente adquirido por Laura en el barrio de Valdezarza, en Madrid, financiado mediante hipoteca.