Por qué Fernando Martínez de Irujo está soltero: de su 'no' a tener hijos a una agenda intensa
El hijo de la duquesa de Alba siempre se ha mostrado como una persona muy discreta, priorizando su carrera laboral

Fernando Martínez de Irujo, en una imagen de archivo. | Gtres
Podemos decir que Fernando Martínez de Irujo es uno de los solteros de oro del panorama social actual. El hijo de la duquesa de Alba no se ha casado nunca, tampoco ha tenido hijos. Un estilo de vida que dista del resto de sus hermanos, quienes sí que han ampliado la familia y, sobre todo, han tenido relaciones que han ocupado la mayor parte de las portadas de las revistas de nuestro país. Así, Fernando ha optado por una vida muy discreta y nunca se ha significado como un gran amigo de la prensa. Pero ¿por qué el hombre no ha pasado nunca por el altar?
Fernando Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart nació en el verano de 1959 en Madrid. Es, además, el cuarto de los seis hijos de la duquesa de Alba y de Luis Martínez de Irujo, duque de Híjar. Como decíamos, a diferencia del resto de su familia, siempre ha mantenido una vida discreta y alejada de los focos. Estudió Derecho en el CEU San Pablo, vinculado a la Universidad Complutense de Madrid. Su carrera profesional se ha desarrollado en el Banco Santander, donde trabaja por las mañanas. Por las tardes, se dedica a la gestión de la Fundación del Patrimonio de la Casa de Alba, encargándose de la administración y conservación del legado familiar.
Por qué Fernando Martínez de Irujo no se ha casado

En enero de 1994, su madre le otorgó el título de marqués de San Vicente del Barco, con grandeza de España. En el reparto previo de la herencia familiar, le correspondió la residencia marbellí de Las Cañas, donde pasa la Semana Santa y el verano. Durante el otoño e invierno, reside en el Palacio de Liria en Madrid, donde mantiene dependencias a pesar de que este palacio se ha convertido en la residencia oficial de su hermano Carlos, actual duque de Alba. En estos últimos años, la familia ha protagonizado distintos conflictos y enfrentamientos públicos, al no llegar a un entendimiento. Fernando mantiene una relación cordial con Carlos, quien vive en la residencia principal del Palacio de Liria, donde Fernando tiene algunas dependencias.
Con Cayetano sí que ha compartido alguna que otra cercanía, aunque sí que es cierto que él es más mediático y extrovertido. Fernando, siendo más discreto, ha ejercido a menudo un papel de equilibrio en la familia. Con Alfonso, Fernando ha mantenido una buena relación, sobre todo poniendo el foco en su diplomacia y en el apoyo mutuo. En varias ocasiones, el hombre se ha distinguido como el mediador del grupo, tratando de mantener la armonía familiar y evitando los conflictos que a veces surgen por la herencia o los títulos. Su perfil más reservado y prudente lo ha llevado a actuar como puente entre hermanos, especialmente tras la muerte de su madre.
Está centrado en su carrera profesional desde hace tiempo
Como decíamos, Fernando ha llevado siempre una vida discreta y reservada y la decisión de no casarse ni tener hijos está ligada a varios factores personales y familiares. A diferencia de algunos de sus hermanos, especialmente Cayetano, Fernando no busca protagonismo mediático. Prefiere mantenerse al margen de la atención pública, y esto se refleja también en su vida sentimental. Además, ha dedicado buena parte de su vida a la gestión y conservación del patrimonio familiar, trabajando con la Fundación del Patrimonio de la Casa de Alba. Esto le ha exigido mucho tiempo y compromiso, dejando menos espacio para relaciones formales o matrimonios. En varias ocasiones, Fernando ha mostrado una fuerte independencia en su vida. Mantenerse soltero le permite tomar decisiones sin las obligaciones que un matrimonio o hijos implican, algo que puede haber valorado dada la complejidad de la familia y sus responsabilidades patrimoniales.

En varias ocasiones ha demostrado que es una persona selectiva y privada. En todos estos años, Fernando se ha volcado mucho en su carrera profesional. En su vida laboral, el hijo de la duquesa de Alba ha trabajado en el Banco Santander, centrándose en el análisis, gestión y asesoramiento financiero, aprovechando sus conocimientos jurídicos y administrativos. Además, también es una persona responsable y metódica, manteniendo una carrera estable y discreta, sin buscar ningún tipo de notoriedad pública. Uno de los aspectos más importantes de su vida profesional es su papel en la Fundación del Patrimonio de la Casa de Alba. Allí se dedica a la administración de bienes, supervisando propiedades históricas, colecciones de arte, palacios y residencia familiares. Además, también se encarga de la preservación y restauración, asegurando los inmuebles y las obras de arte.
Ha participado en distintas iniciativas que han abierto el patrimonio de la familia al público, como exposiciones o visitas guiadas, aunque siempre de manera discreta. También, se dedica a todo lo que tiene que ver con las relaciones institucionales, manteniendo el contacto con autoridades, expertos en arte e instituciones culturales para proteger el legado histórico de la familia. Aunque eso sí, siempre intenta buscar un equilibrio entre la banca y el patrimonio. Ahora, el hombre está recuperándose, después de ser diagnosticado de un cáncer, por el que está recibiendo radioterapia.