Natali, la joven colombiana que enamora a Joseba Arguiñano: llegó a Zarauz con una beca
El hijo de Karlos Arguiñano es padre de tres hijos; Manex, Kaia y Mikel y sigue residiendo en la localidad de Zarauz

Joseba Arguiñano, en una imagen de archivo. | Gtres
Joseba Arguiñano es uno de los rostros más conocidos de la televisión. Gracias a la influencia de su padre, Karlos, el pastelero está llegando muy lejos. Y es que, con su esfuerzo y gracias a la apertura de su propia pastelería en Zarauz y San Sebastián, el cocinero se ha labrado una gran carrera en el mundo de la cocina, dejando atrás su apellido. Además de tener una prolífica carrera profesional, Joseba cuenta con una vida personal muy estable. Desde hace años está casado con Natali Fuentes y juntos son padres de dos niños. Además, no han abandonado la localidad costera del País Vasco que les vio crecer.
Jose Arguiñano nació en Zarauz en 1985. Es hijo del famoso chef mediático Karlos Arguiñano y de Luisi Ameztoy y, además, el quinto de los siete vástagos del matrimonio. Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Amaia, y María —esta última adoptada en Argentina— completan una familia unida y muy vinculada a la cocina, el mar y la cultura vasca. Desde pequeño, creció en un ambiente donde la gastronomía era más que una profesión: era una forma de vida, un lenguaje compartido por todos los miembros del clan Arguiñano. Desde pequeño estuvo en contacto con la cocina y la hostelería; ayudaba cuando podía, los fines de semana, en el restaurante familiar y en los negocios relacionados.
Los inicios de Joseba Arguiñano
La infancia de Joseba transcurrió entre la cocina del restaurante familiar y las playas de Zarauz, una localidad marinera que marca profundamente su personalidad. Su padre, aunque muy ocupado con sus programas de televisión, siempre fomentó entre sus hijos el amor por el oficio y la sencillez en la vida. En casa, el ambiente era alegre, familiar y muy cercano a la naturaleza. La comida y la sobremesa eran momentos sagrados, donde se compartían anécdotas, recetas y risas. Desde muy joven, Joseba empezó a ayudar en el restaurante Karlos Arguiñano, inicialmente en pequeñas tareas como limpiar, servir o preparar ingredientes. Sin embargo, pronto demostró tener talento y curiosidad por el arte de la repostería, área en la que destacaría años después.
Al terminar los estudios básicos, Joseba decidió seguir los pasos de su padre y se matriculó en la Escuela de Cocina Aiala, fundada por Karlos y Luisi en Zarauz. Allí aprendió las bases técnicas de la gastronomía profesional, combinando tradición vasca con innovación. Su formación no se limitó al País Vasco: buscó perfeccionarse en distintos ámbitos de la cocina y, sobre todo, en la repostería y la panadería. Realizó prácticas en Akelarre, el prestigioso restaurante de Pedro Subijana, uno de los templos de la alta cocina vasca, y trabajó también en Escribà, una de las pastelerías más famosas de Barcelona. Posteriormente, amplió su formación con cursos de repostería avanzada junto al maestro francés Thierry Bamas y con estudios en la Escuela Richemont de Suiza, especializada en panadería artesanal.
La importancia de su familia
Entre sus grandes mentores figura su tía Eva Arguiñano, hermana de Karlos y experta repostera, quien durante años fue la responsable de los postres del restaurante familiar y colaboradora habitual en televisión. Eva no solo le enseñó recetas y técnicas, sino también la filosofía de la cocina dulce: paciencia, precisión y respeto por la materia prima. Joseba ha reconocido en múltiples entrevistas que gran parte de su estilo y sensibilidad provienen de ella. De Eva heredó la pasión por los postres equilibrados, con sabor auténtico, sin excesos de azúcar y con un enfoque muy artesanal.

Tras su formación, Joseba comenzó a trabajar de manera estable en el restaurante Karlos Arguiñano de Zarauz. Pasó por distintas partidas —fríos, calientes, postres— hasta hacerse cargo de la repostería, donde desarrolló su creatividad y su atención al detalle. Sus postres combinaban tradición vasca con influencias internacionales: tartas de frutas, mousses, bizcochos y elaboraciones con chocolate que se convirtieron en la firma de la casa. En esos años, aprendió también la importancia de la gestión, del trabajo en equipo y del trato con el cliente, valores que más tarde aplicaría en su propio negocio.
En 2013, tras varios años de experiencia, decidió dar un paso crucial en su carrera; fundó su propio obrador de panadería y repostería, al que llamó JA Arguiñano. Situado en Zarautz, el obrador se especializa en pan artesano, bollería, pasteles y bombones elaborados con ingredientes naturales y técnicas tradicionales. Su filosofía se basa en el respeto por el proceso artesanal: fermentaciones lentas, harinas sin aditivos, mantequillas naturales y chocolates de origen controlado. Con el tiempo, el negocio creció, abriendo puntos de venta en otras localidades, como San Sebastián, y consolidándose como una referencia en la repostería vasca contemporánea. Joseba no tardó en dar el salto a la televisión, aunque de forma más discreta que su padre.
Su primera aparición se remonta a los 14 años, cuando ayudó a Karlos en un programa preparando una sencilla mayonesa. Aquella experiencia dejó huella, y años más tarde regresó a la pantalla con proyectos propios. En la televisión vasca (ETB) ha conducido programas como Historias a Bocados, Sukalerrian y Escapadas con Joseba Arguiñano, donde combina cocina, viajes y cultura. Su estilo televisivo es natural, cercano y sereno, muy alejado del tono humorístico de su padre, aunque igualmente cálido y empático.
Su historia de amor con Natali, con quien es padre de tres
Desde 2017, también colabora con Karlos en el programa Cocina abierta en Antena 3, donde prepara recetas dulces, panes y platos sencillos, aportando un toque moderno y fresco. Su presencia en televisión lo ha consolidado como una figura con identidad propia dentro del universo Arguiñano. Fuera de los fogones, Joseba es una persona muy vinculada a la naturaleza y al deporte. Ama el mar y el surf, actividades que practica desde joven en las playas de Zarauz. También disfruta del skate, la pelota vasca, la pesca y las salidas en moto. Esta conexión con la vida al aire libre influye mucho en su carácter: es tranquilo, positivo y amante de los pequeños placeres cotidianos. En el plano sentimental, mantiene una relación estable con Natali Fuentes, una joven colombiana con la que comparte su vida en Zarautz. La pareja tiene dos hijos, Manex y Kaia y un tercero, Mikel. Joseba y Natali forman una familia muy unida y discreta. En entrevistas, él ha mencionado que la cocina tuvo un papel importante en su historia de amor: unas berenjenas rellenas que preparó para ella fueron, según cuenta, el plato que la conquistó.
Sobre Natali, la mujer es de origen colombiano y llegó a España gracias a una beca universitaria y decidió quedarse en el País Vasco, como explican desde la revista ¡Hola! Uno de los detalles que se ha contado en entrevistas es que Natali quedó impresionada por las habilidades culinarias de Joseba. En particular, él dice que la conquistó con unas berenjenas rellenas con buena bechamel y gratinadas. Joseba ha admitido que para ganarse su cariño tuvo que «currárselo» en la cocina. Joseba y Natali llevan una relación sólida hace varios años. Son bastante discretos con su vida privada, pero han compartido algunos momentos en medios, siempre con respeto hacia la intimidad.