Todo lo que se ha filtrado de la boda de Stella Banderas: del vestido y el menú al presupuesto
La hija de Antonio Banderas cenó gildas, bogavante y una tarta de nutella y frambuesas; luego bailó hasta la madrugada
El actor Antonio Banderas en la boda de su hija Stella Banderas, el sábado 18 de octubre de 2025. | | Europa Press
Stella Banderas ha sido la protagonista de la crónica social este fin de semana. El pasado sábado 18 de octubre celebró su boda con Alex Gruszynski, quien ha sido su compañero de colegio y novio de toda la vida. El evento se ha distinguido entre otros compromisos de estos días por la especial atención que se ha tenido a la discreción. El misterio que ha rodeado a esta boda ha provocado un efecto rebote, ha despertado un gran interés por todo lo relacionado con la ceremonia, el banquete y la fiesta, de la que sólo se ha visto al padre de la novia saludando a la prensa y brindando por el alegre día.
La pareja se comprometió el 20 de agosto de 2024 y un año después ha pasado por el altar. Durante todo este tiempo de espera y preparación, la novia de 29 años se ha convertido en un peculiar personaje público, por la fama que le otorga su apellido a pesar de que lleva su vida fuera del foco mediático. La hija del actor Antonio Banderas se ha convertido en esposa en una boda celebrada en su España natal (Marbella, 1996). Recordemos que a diario vive en Los Ángeles, California, donde sus padres crearon su hogar hace décadas y donde pudo conocer a su ahora marido. La novia eligió honrar sus orígenes paternos en su gran día y celebrar la boda en la ciudad de Valladolid.
Una localización e invitados de cine
La pareja se ha dado el ‘sí, quiero’ en la localidad de Sardón del Duero, una localidad de apenas 600 habitantes. Su boda ha sido de mañana, comenzando con la ceremonia civil a las 12 del mediodía. Han alojado el evento en una abadía románica del siglo XII situada en el privilegiado complejo de la bodega Abadía Retuerta, a las afueras del pueblo. El viernes, antes del señalado sábado, disfrutaron de una fiesta previa en el hotel de cinco estrellas Castilla Termal ubicado en el Monasterio de Valbuena. Más de 200 invitados, celebridades y anónimos, se hospedaron en estos dos complejos hosteleros durante el fin de semana. Llegaron a Valladolid desde Estados Unidos con la máxima discreción, en un autobús privado y algunos, como el padrino, en jet privado.
Tanto se ha cuidado el misterio de esta boda que se hizo firmar a dichos hoteles un acuerdo de confidencialidad. Los trabajadores de la bodega, han tenido restringido el uso del teléfono móvil, según informa EFE. Se contrató a 150 trabajadores extras sólo para la boda, un servicio que ha multiplicado el presupuesto. Los detalles que se han podido conocer el gran día han trascendido por filtraciones de algunos invitados o por las propias palabras de Antonio Banderas. El actor malagueño declaró ante la prensa que «ha habido muchas lagrimillas porque ha sido una relación muy larga, de 25 años. Lo típico de siempre, el ‘sí quiero’, los anillos…».
Las primeras imágenes del interior
Desde el viernes de preboda y el día grande el sábado, la prensa se ha buscado las maneras de conocer más detalles del enlace. La primera imagen de Stella Banderas la ha publicado la revista People. Se trata de una foto de poca calidad, que no se puede reproducir en este artículo, donde se observa a la novia en el exterior de la finca paseando junto a su marido, con un elegante esmoquin. Este mismo medio ha podido conocer que Stella ha legado al altar junto a su padre y que el actor Blake Lee ha oficiado la ceremonia.
La lista de invitados ha sido otro de los focos de interés durante días. Valladolid ha acogido a personalidades de Hollywood y otros ámbitos de poder que nunca antes habían visitado España. Las más esperadas han sido Melanie Griffith y Dakota Johnson, madre y hermana de la novia. También se ha descubierto que han acudido Malia y Sasha -las hijas de Barak y Michelle Obama-, Tippi Hedren, Don Johnson, Demi Moore, Goldie Hawn y Pedro Almodóvar. Estos datos no se apoyan en imágenes, dada la prohibición de dispositivos móviles en la fiesta. Así, no se sabe cómo han ido vestidos los invitados, si han cumplido el protocolo o si han seguido las tendencias de la temporada.
Stella Banderas cenó gildas y bogavante
¡HOLA! ha adelantado los detalles del menú que se sirvió durante el sábado. Se decoró el monasterio con velas, una decisión estética que ha aumentado la sensación de intimidad. En este ambiente palaciego y romántico, el cóctel ha sido un eje central que ha celebrado las raíces españolas de la novia. El catering corrió a cargo de la Abadía Retuerta y estuvo formado por un popurrí de tapas con identidad local: de croquetas y gildas, pasando por berenjenas fritas, pintxos, un cortador de jamón, un puesto de quesos y un espacio de paellas. A través de otros invitados se ha podido conocer que la fiesta acabó a las tantas de la madrugada.
Tras el cóctel comenzó la cena, que empezó en torno a las 20 horas, servida por el restaurante que la Abadía tiene en su monasterio: Refectorio, un estrella Michelin dirigido por el chef Marc Segarra. Se sirvió un ravioli de coquelet, manzana y tomate seco con salsa pomodoro y parmesano; seguido de un bogavante lacado acompañado de ensalada de marujas, gajos de naranja y cebolla encurtida y un sorbete de fruta de la pasión y menta. Se completó el servicio de salados con unas milhojas de solomillo de ternera acompañado de crema de calabaza, patatitas risoladas y guisantes lágrima; y de postre se sirvió un coulant con toffee y sopa de chocolate blanco. La tarta de bodas fue de un sabor de lo más original: nutella y frambuesas.
El toque malagueño en honor a su padre
Stella Banderas ha llegado al altar con una banda sonora de lo más especial: una canción compuesta por su tío abuelo que nunca se ha interpretado antes. La música de la ceremonia ha corrido a cargo de los guitarristas del Teatro del Soho, el proyecto personal y artístico de Antonio en su Málaga natal. Ese momento de emoción también ha estado marcado por la revelación de su vestido de novia. Stella ha llevado un traje largo en el color blanco tradicional, de el estilo bohemio que también caracteriza su armario de diario. Llama especialmente la atención su imponente escote por debajo de los hombros, sus mangas largas tipo imperio y su sensacional silueta de corte sirena. Se ha distinguido de otras novias de esta temporada por su uso del tul con aplicaciones de encaje floral y bordados.