Isabel Jiménez reconstruye su vida asumiendo en solitario su futuro personal y profesional
Isabel Jiménez inicia una nueva etapa tras desvincularse también del proyecto empresarial que teía con su ex
Isabel Jiménez | Gtres
La vida personal de Isabel Jiménez dio un vuelco inesperado el pasado mes de abril, cuando se hizo pública la noticia de que su matrimonio, de 16 años de duración, había llegado a su fin. Hasta ese momento, la presentadora de Telecinco había mantenido una vida familiar estable, reservada y ajena al ruido mediático.
Fiel a su carácter discreto, Isabel Jiménez afrontó este proceso con discreción. Acostumbrada a informar y no a convertirse en titular, se vio obligada a gestionar la exposición que conllevaba el final de su relación con Álex Cruz, con quien tiene dos hijos, Hugo y Daniel. Desde el principio se insistió en que no hubo terceras personas ni un desgaste sentimental profundo, y que entre ambos reinaba la cordialidad. De hecho, suelen hacer escapadas en familia los cuatro juntos.
Cambios empresariales
Lo que no trascendió hasta más tarde fue que, un mes antes de hacerse pública la ruptura, ya se habían producido movimientos relevantes en el ámbito empresarial que compartían. En 2015, un año después de lanzar Slowlove junto a Sara Carbonero, Isabel Jiménez creó junto a Álex la sociedad Con Alma y Limón S.L., dedicada a la gestión de derechos de imagen.
Según Investiga Pro, ambos comenzaron a desligarse también en lo profesional en marzo de 2023. El 19 de marzo se formalizó la «declaración de unipersonalidad», por la que Isabel pasó a ser Socia Única. Poco después, el 26 de marzo, se revocó el cargo de Álex como apoderado. La explicación es clara: «Se le quita formalmente la autorización para actuar en nombre de la empresa», un paso que implica que «esa persona pierde la facultad legal de firmar, contratar o representar a la empresa ante terceros», recoge Jaleos. Un movimiento que confirma que también en el terreno empresarial ambos estaban cerrando capítulos.
Se llevan bien
Pese a la ruptura, la relación entre ambos es buena. Su prioridad continúa siendo la misma: sus hijos. Mantienen una dinámica cordial, quedan cuando es necesario, comparten momentos y acuden juntos a compromisos familiares para garantizar la estabilidad de los pequeños. Fue Álex quien dejó la vivienda familiar cuando decidieron emprender caminos separados, y aunque en algún momento se insinuó la posibilidad de una reconciliación, parece que nada más lejos de la realidad.