Una médico estética analiza los retoques de Amelia Bono: «Están muy bien planificados»
La hija de Pepe Bono ha vivido una gran transformación física en estos años tras incluir deporte y una rutina saludable

Amelia Bono, en dos imágenes. | Gtres
Amelia Bono es una de las mujeres del momento. La hija del que fuera ministro, Pepe Bono, ha confesado, a través de sus redes sociales, que ha vuelto a encontrar el amor. Lo hace, además, después de que terminara su relación definitivamente con el que fue su marido y padre de sus cuatro hijos, Manuel Martos. Así, el nombre de Amelia ha vuelto a saltar a la palestra de los medios de comunicación después de rehacer su vida sentimental. Pero lo cierto es que la creadora de contenido comenzó a ser noticia después de su masiva boda en Toledo, a la que acudieron infinidad de rostros conocidos del mundo de la política, la televisión y la música. Gracias a esto hemos podido comprobar un gran cambio físico con el paso del tiempo. Pero ¿qué retoques se ha realizado Amelia Bono en estos últimos años?
Para saberlo, desde THE OBJECTIVE, hemos hablado con la médico estética, Andrea Marroquín, quien nos ha dado las claves de esos pequeños detalles que han mejorado en el rostro de la influencer. «Para mí, es un ejemplo de una medicina estética muy bien planificada y ejecutada», explica Marroquín. Y es que, su resultado, «no ha sido de un día para otro; es una transformación que hemos visto a lo largo del tiempo». «Llama la atención cómo se ha afinado su rostro; esto puede ser fruto de una armonización facial, donde se resalta mucho el pómulo y se perfila todo el arco mandibular para dar la sensación más triangular que nos gusta y nos da juventud», explica la experta en medicina.
Todos los retoques estéticos de Amelia Bono

Además, prácticamente, «no tiene arrugas». «Ha utilizado neuromoduladores para quitar esas arrugas de expresión que, además, es un tratamiento que da mucha luminosidad al tercio superior», apostilla Marroquín. Esto hace que el resultado sea una piel «luminosa y tersa», fruto de «seguramente muy constantes para trabajar la calidad de la piel», como pueden ser «radiofrecuencia, vitaminas faciales e, incluso, láser no ablativo». También, llevará una rutina de «skincare» muy bien «planificada» con productos que, como vemos, dan un resultado buenísimo. Esto previene «flacidez» y dan «mucha luminosidad» a la piel. También, la experta en medicina estética pone el punto de atención en que Amelia lleva unos hábitos saludables y una rutina, cuidando su alimentación, haciendo ejercicio y está muy concienciada en que «el estilo de vida nos da el 80%».
«Al cuidar todos estos factores, ella se mantiene así de bien», apostilla. Además, Marroquín aclara que «no le parece» que lleve ninguna cirugía. Aunque sí que apunta que podría haberse sometido a una «blefaroplastia», pero «todo lo demás» es fruto de «una buena planificación de medicina estética y prevención». Han sido varias las ocasiones en las que Amelia ha confesado el estilo de vida saludable que implantó en su vida hace tiempo. Así, Amelia Bono ha convertido el cuidado de su salud en una rutina constante que combina ejercicio físico regular, alimentación saludable y pequeños hábitos diarios que dan sentido a su bienestar general. Su enfoque no se basa en soluciones milagrosas, sino en consistencia, disciplina y placer por sentirse bien consigo misma.
«No parece que lleve ninguna cirugía»

El deporte forma parte habitual de su semana. Amelia suele practicar body pump, una disciplina de fitness que combina ejercicios de fuerza con música y trabajo de resistencia. En estas clases se ejercitan todos los grupos musculares utilizando barras con discos y mancuernas, lo que permite fortalecer y tonificar el cuerpo completo mientras se queman calorías —aproximadamente entre 400 y 500 por sesión— y se activan endorfinas, hormonas que mejoran el estado de ánimo. Además de body pump, también suele alternar con entrenamientos al aire libre o en el gimnasio, a veces incluso preparando retos deportivos más exigentes, como una media maratón, lo que implica entrenar tanto resistencia como fuerza y velocidad. En todo esto, además, le acompaña su nuevo novio, Álex, quien es monitor de gimnasio.
La alimentación es otro pilar de su rutina saludable. Amelia presta atención a comer de forma equilibrada, priorizando alimentos frescos y nutritivos. En su cocina comparte recetas sencillas y saludables, como panes caseros sin gluten ni lácteos con semillas, mezclas de frutos secos o wraps de calabacín rellenos. Estas recetas le permiten controlar los ingredientes y evitar procesados, adaptándolas incluso a sus posibles intolerancias alimentarias. También ha mostrado en redes su gusto por zumos antioxidantes —por ejemplo, con remolacha, pepino y limón— que aportan vitaminas, fibra y propiedades antiinflamatorias al organismo, apoyando la circulación, reduciendo la inflamación y ayudando a mantener la piel y las defensas en buen estado.
Una alimentación saludable y mucho deporte
Además, beber agua con regularidad es una parte fundamental de su día a día: la hidratación no solo apoya el rendimiento físico, sino que también mejora la digestión, la claridad mental y la luminosidad de la piel. Aunque Amelia no ha detallado un número exacto de litros, suele enfatizar la importancia de mantener este hábito como base de cualquier estilo de vida saludable. Más allá de lo físico y lo nutricional, Amelia aboga por hacer ejercicio, lo que libera endorfinas, y llevar a cabo rutinas sostenibles, sin dietas extremas ni soluciones temporales. Su filosofía no es estricta ni punitiva, sino razonada: pequeños hábitos repetidos con constancia dan como resultado un estilo de vida saludable real, no una meta imposible.
Así, su rutina se basa en realizar ejercicio de forma regular y variada, llevar una alimentación equilibrada y casera y, sobre todo, tener una hidratación consciente. Esto último será esencial para la salud física y mental. Sin duda alguna, el bienestar integral será fundamental para encontrarse bien, combinando actividad física con disfrute de la comida y equilibrio emocional.
