Al contrario que la mayoría de mandatarios, Putin no felicitó a Biden hasta el pasado martes, cuando el Colegio Electoral confirmó al demócrata como presidente electo
El líder ruso, Vladímir Putin, tendió la mano al presidente electo de EEUU, Joe Biden, aunque acusó a los servicios secretos estadounidenses de sembrar la desconfianza hacia el Kremlin por, entre otras cosas, apoyar las denuncias de envenenamiento del principal líder opositor ruso, Alexéi Navalni.
Biden «es un hombre experimentado. Ha estado toda la vida en política. Pero la cuestión es que, como reza el famoso dicho, la corte hace al rey. En gran medida, todo dependerá de la nueva Administración», dijo Putin en su rueda de prensa anual.
Putin, que respondió a toda clase de preguntas durante cuatro horas y media, aprovechó su comparecencia anual para dar una de cal y otra de arena a Occidente, al que llamó a cooperar para combatir juntos la pandemia de la covid-19. «¡Muchachos, vivamos en paz!», comentó, citando a un personaje de un dibujo animado ruso.
Esperanzas en Biden
Sin dar la espalda al presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su confianza en que su sucesor contribuya a solucionar los problemas más acuciantes que enfrentan a ambos países, cuyas relaciones atraviesan el peor momento desde la Guerra Fría.
«Esperamos que el recién elegido presidente de EE.UU. entienda lo que está pasando. Y confiamos en que todos los problemas -si no todos, al menos una parte-, se solucionen con la nueva Administración», dijo.
Al contrario que la mayoría de mandatarios, Putin no felicitó a Biden hasta el pasado martes, cuando el Colegio Electoral confirmó al demócrata como presidente electo.
Uno de los problemas más acuciantes a los que aludió fue el último tratado de desarme vigente entre ambas potencias nucleares, el Nuevo START, que expira el próximo 5 de febrero, poco después de la investidura de Biden.
«Biden manifestó (…) su disposición de continuar el diálogo para conservar este documento fundamental y universal. Estamos listos (…), pero necesitamos alguna clase de reacción por parte de nuestros socios estadounidenses», apuntó.
Putin abogó por prolongar el START un año con el fin de entablar «negociaciones sustanciales», inclusive sobre el nuevo armamento hipersónico ruso, según sus palabras capaz de superar el escudo antimisiles estadounidense.
Recordó que la carrera armamentistica en el mundo «está en marcha» desde que EEUU abandonara en 2002 el tratado antimisiles y que desde entonces Washington denunció también otros documentos internacionales de control de armas, como el de eliminación de misiles nucleares de corto y mediano alcance (INF) en 2019 o el de Cielos Abiertos en 2020.
«¿Qué debemos hacer? ¿Dejar todo cómo está? Ustedes son gente inteligente. ¿Por qué nos toman por idiotas?», preguntó.
EE.UU. conspira con Navalni
Putin sólo perdió el buen humor cuando le preguntaron por el líder opositor ruso, Alexéi Navalni, que habría sido envenenado con la sustancia rusa Novichok por un comando especial del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), según una nueva investigación publicada este martes por el medio digital Bellingcat y sus socios «Der Spiegel» y CNN.
«Esto no es una investigación, esto es un intento de sacar a la superficie materiales proporcionados por los servicios de inteligencia estadounidenses. Es una especie de compilación, basurero, donde no dejan de verterse cosas con la esperanza de que esto ejerza alguna clase de influencia en los ciudadanos, sembrando la desconfianza hacia los dirigentes políticos», indicó.
La investigación identifica a tres agentes del FSB expertos en armas químicas que siguieron al líder opositor en agosto pasado a la ciudad siberiana de Tomsk, donde fue envenenado.
Putin, que nunca llama a Navalni por su nombre, sostuvo que «el paciente de la clínica de Berlín», donde el político opositor fue trasladado desde Rusia tras el envenenamiento, «está siendo apoyado por la inteligencia estadounidense».
«Y si es así, entonces los servicios de inteligencia deben vigilarlo. Pero eso, no significa que haya que envenenarlo. ¿A quién le importa (Nalvani)? Si quisiéramos, lo hubiéramos llevado hasta el final», aseguró.
Promesa de vacunarse
En cuanto a la vacunación contra el coronavirus, que comenzó en Moscú a principios de mes y en todo el país esta semana, Putin prometió sumarse en cuanto le llegue su hora, ya que por el momento sólo son inoculados los rusos que tienen entre 18 y 60 años.
«Yo atiendo a las recomendaciones de nuestros especialistas y por eso por ahora no me he puesto la vacuna, pero lo haré sin falta cuando sea posible», dijo el presidente, que cumplió 68 años en 7 octubre pasado.
Putin adelantó que Rusia baraja presentar una vacuna «light», más sencilla, de menor protección inmunológica y eficacia (85%), pero más fácil de producir y en la que será necesaria una sola dosis, y no dos, como con las actualmente existentes. «Con todo, se puede vacunar de golpe a decenas de millones de personas. También es una opción», aseguró.