La Justicia británica autoriza la extradición de Assange a EEUU
El tribunal considera que no existe riesgo de suicidio en caso de ser encarcelado en EEUU
Estados Unidos podrá extraditar al periodista Julian Assange tras su victoria en el Tribunal de Apelación de Londres, a quien reclamaba su legitimidad para llevarlo de vuelta a su país para ser juzgado. El fallo, conocido en el mes de enero, alegaba del peligro de este viaje, ya que consideraban el riesgo de que el creador de Wikileaks se suicidara.
Los jueces de este tribunal han concluido que el Gobierno estadounidense ha ofrecido suficientes garantías de que Assange recibirá el trato adecuado para proteger su salud mental y dictaron que puede ser extraditado.
La salud de Assange se encuentra «gravemente» deteriorada
Hace tan solo dos semanas, el periodista y programador registró su petición para contraer matrimonio con su novia, Stella Moris, en la cárcel de Belmarsh, donde permanece recluido mientras se dirime su posible extradición. La Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, reactivó el proceso para extraditarlo después de que un tribunal británico de primera instancia echazara la petición por motivos de salud y por considerar que existe un riesgo de suicidio.
La defensa ya venía advirtiendo de que su salud se había deteriorado gravemente en los últimos años, víctima de una concatenación de acusaciones que tienen como origen los miles de documentos oficiales y secretos filtrados en 2010 a través de su portal.
El caso Wikileaks
La Fiscalía estadounidense ha acusado a Assange de cometer casi una veintena de delitos por la filtración de miles de documentos relacionados con las guerras de Irak y Afganistán a través de WikiLeaks.
La organización saltó a la fama en 2010, cuando publicó el video de un tiroteo del ejército de Estados Unidos contra un periodista de la agencia de noticias Reuters que ni había puesto en peligro a ninguno de los soldados de la operación. Ese mismo año, también filtra a la prensa los diarios de la guerra en Afganistán, donde se revelan víctimas civiles provocadas por soldados de Estados Unidos o aliados, fuego amigo o conexiones entre la inteligencia pakistaní y los talibanes insurgentes.
Estados Unidos acusó a Assange de poner en riesgo la vida de civiles, aunque el creador de Wikileaks les acusó de no colaborar cuando consultó algunas cuestiones acerca de la publicación. También en 2010 se hicieron públicos los documentos sobre la guerra de Irak, en los que se revelaban el número de muertos real, el uso de torturas durante el conflicto o abusos y violaciones contra civiles.