La Policía de Brasil concluye que Bolsonaro fue un difusor «directo» de noticias falsas
Durante las elecciones de 2018, habría mentido con el fin de menoscabar las instituciones
Jair Bolsonaro ayudó de forma «directa» a transmitir noticias falsas durante la campaña electoral de 2018. Esa es la conclusión a la que la Policía Federal de Brasil ha llegado en una investigación que imputa al presidente el deseo de haber compartido estos bulos con el fin de atacar a las instituciones democráticas para ser escogido al frente de la nación.
«Esta investigación nos ha permitido identificar el rol directo y relevante de Bolsonaro en la desinformación durante las elecciones, unido a su adhesión al procedimiento estándar de actuación empleado por miembros de gobiernos de otros países«, según ha informado la portavoz de la Policía brasileña, Denisse Ribeiro.
Las informaciones aparecen en un comunicado que ya ha sido remitido al Tribunal Supremo de Brasil para incluirse en la investigación abierta al presidente sobre noticias falsas. En esta investigación policial se destaca que «la vida presidencial se realizó con el claro propósito de desinformar y llevar a la población al error en cuanto a la equidad del sistema de votación».
Bolsonaro alimentó teorías de la conspiración
Asimismo, Ribeiro ha explicado que las acciones de Bolsonaro «cuestionaron la veracidad de los actos de los agentes públicos involucrados en el proceso electoral«, así como alimentaron teorías de la conspiración «que promueven el fortalecimiento de una determinada ideología».
El juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, determinó el pasado mes de abril que Bolsonaro iba a ser incluido en la investigación sobre difusión de noticias falsas por sus ataques sin pruebas al sistema electrónico de votación tras la solicitud presentada el lunes por el Tribunal Superior Electoral (TSE).
«No hay dudas de que las acciones del presidente de la República insinúan prácticas ilícitas, utilizando para ello esquemas de divulgación de masas en redes sociales, con el objetivo de poner en peligro o dañar la independencia del Poder Judicial, el Estado de Derecho y la Democracia», expuso hace cuatro meses el magistrado.
Bolsonaro podría llegar a ser inhabilitado
Según el juez De Moraes, Bolsonaro habría incurrido en once delitos distintos, entre ellos calumnia, difamación, incitación al delito, apología del delito, asociación delictiva, o denuncia falsa. Al conocerse su incriminación en el caso, el presidente tildó de «ilegal» la investigación y amenazó con «un antídoto» que está «fuera de la Constitución».
«El magistrado Alexandre de Moraes me pone en la investigación de ‘fake news’ (…), me acusa de mentiroso. Esta es una acusación muy grave, más aún en un investigación que nace sin ningún fundamento legal. ¿Él abre, investiga y castiga? «, dijo, por aquel entonces, Bolsonaro.
Este nuevo escenario podría derivar, en última instancia, la inhabilitación política de Bolsonaro, impidiendo su participación en las presidenciales, aunque la Fiscalía tiene que contar con el apoyo de dos tercios de la Cámara de Diputados para que la denuncia siga adelante. Finalmente, el Supremo decidiría su culpabilidad o no.
En agosto, el mandatario convocó a la prensa para declarar que presentaría pruebas de la presunta manipulación de las urnas en el proceso electoral, pero divulgó noticias falsas y videos que ya habían sido desmentidos.
Bolsonaro, cercado por las causas, un ‘impeachment’ y las encuestas
El presidente se encuentra rodeado de causas judiciales. A estas acusaciones se unen las relativas a su papel al frente de la pandemia, donde la comisión que investiga sus acciones en estos dos años ha concluído que el mandatario tuvo un papel directo en las altas cifras de muertos en el país al no haber actuado a tiempo y le acusa de crímenes de lesa humanidad.
Además, el Congreso ha registrado una solicitud de moción de censura en su contra que aún está pendiente de ser aprobada, pero que en caso de hacerlo, revolvería el devenir político de la nación.
A esta situación se le une el horizonte electoral de 2023, donde Bolsonaro espera revalidar el cargo a pesar de la caída brutal de sus índices de popularidad. El rechazo al actual presidente es, según las encuestas, del 65% de la población. Además, de cara a las urnas ya no parte como favorito, sino que el expresidente Lula da Silva es quien lleva la delantera según los últimos sondeos, por lo que el futuro de Jair Bolsonaro parece estar cada vez más alejado del Palacio de la Alvorada.